Ambientalistas de diversas organizaciones y grupos colegiados, pidieron a los legisladores locales de la Comisión de Medio Ambiente, declarar al bosque de Cobos como un área natural protegida, con la intención de que se impida la construcción de unidades habitacionales y evitar daños ambientales.
Durante una reunión técnica entre los diputados de la Comisión y los especialistas, se abordó el tema desde las irregularidades técnicas en los documentos que presentó la empresa Banco Interacciones, a fin de obtener los permisos necesarios para su construcción, así como el impacto a largo plazo que generaría en la ciudad la eliminación de flora y fauna que convergen en este espacio.
El maestro Marco Alejandro Sifuentes, destacó que, de acuerdo al Programa de Desarrollo Urbano 2040, la zona donde se pretende construir el fraccionamiento está clasificada como área de conservación donde se prohíbe su uso para aspecto industrial, comercial o de vivienda.
Por su parte, Sofía González Ponce externó la preocupación de los ambientalistas por la posible violación a los derechos humanos al reducir espacios de conservación naturales que puedan disfrutarse.
“Quiero recordarle a las autoridades los tratados internacionales que México ha firmado en materia de derechos humanos en los cuales caben la defensa del medio ambiente, es un beneficio para toda la sociedad y no para unos cuantos y recordar que tienen el mismo rango que los preceptos internacionales desde el 2011″, explicó.
En la intervención del ex procurador Estatal de Protección al Ambiente, Carlos Rodrigo Martín Clemente, se expusieron múltiples errores en el estudio ambiental que presentó Banco Interacciones.
“Es un estudio muy deficiente que parece bastante sesgado y no sé si sea por inexperiencia o ineficacia por los consultores, o que tenga algún otro tinte que quiera hacer caer en la autoridad al momento de hacer la evaluación (…), se enfocan demasiado al sitio del proyecto y no se están considerando todo el sistema ambiental”, expresó.
Por su parte, el presidente de Bosque de Cobos A. C. Carlos Alfredo Flores de Anda, reflexionó sobre el caso de la microcuenca de El Cedazo, misma que calificó como un ecocidio.
“Fue idéntico a Cobos en patrimonios, importancia hidrológica, yacimiento fosilífero y que ha quedado degradado a un tiradero de aguas negras de todos los fraccionamientos malhechos al oriente de la ciudad”.
Uno de los guardabosques del lugar, Agustín Bernal, consideró que la creación del fraccionamiento abonaría a una marginación de las personas que vivirían ahí, puesto a que se encuentra bastante alejado a la zona metropolitana de la ciudad capital.
“Están creando un getto y va traer consecuencias tremendas, hay quien ha dicho que hay 80 mil, 30 mil, 50 mil viviendas abandonadas en la ciudad, y sin embargo seguimos alejando a la gente, a la clase trabajadora 5 kilómetros más allá del tercer anillo, si esto no es marginación yo no sé qué sería”.
Finalmente, el diputado presidente de esta comisión, Sergio Augusto López Ramírez, agradeció la participación de todos los presentes, y se comprometió a llevar a sus demás compañeros la petición de proteger y preservar este espacio natural.
Quieren preservar en su totalidad bosque de Cobos
Previo a la reunión técnica, Carlos Alfredo Flores de Anda, de Bosque de Cobos A.C. declaró que no aceptarán acuerdos de donación de terrenos para preservarlos a cambio de que se pueda construir el fraccionamiento que ya se tiene contemplado, caso parecido al de la mezquitera La Pona.
“Tenemos algo en la asociación que se llama ética y ella nos dice que hay que hacer lo correcto y eso es proteger el ecosistema completo, hemos visto poco compromiso del municipio por proteger las áreas, nosotros en la administración de Martín del Campo le presentamos una propuesta de un polígono de protección de área natural en Cobos, lo ignoraron totalmente y ahora la administración municipal está con lo de la Pona, favoreciendo a terceros”, manifestó.
Agregó que a pesar de que la alcaldesa de Aguascalientes ha declarado que no se permitirá la creación de viviendas en la zona, “las palabras se las lleva el viento y un decreto no, un decreto donde se bajen recursos para proteger las áreas no se las lleva el viento, se necesitan mucho compromiso y menos palabrerías”.