Por: Natalia López
Puebla, Pue. La participación del Ejército ha sido criticada en tareas no convencionales, que han surgido ante la necesidad de actuar por la deficiencia de las instituciones políticas, quedando como único recurso para subsanar y garantizar la seguridad ciudadana, consideró Valente Tallabs González, director de la Facultad de Ciencias Políticas de la Upaep.
“Lo tienen que hacer el tiempo que sea necesario hasta que haya una corresponsabilidad de parte de la autoridad política para fortalecer las instituciones de seguridad pública”.
En el marco del Día del Ejército, el académico señaló que los militares se distinguen por su valor y compromiso y “son personas que están dispuestas a darlo todo por México y hay que reconocerlo”.
“México se cuece aparte en cuanto al sistema de defensa nacional. Digamos que desde la Revolución ha habido esta separación entre dos fuerzas armadas: por un lado Ejército y Fuerza Aérea, y la Marina. Esto tiene una lógica para evitar, desde el aspecto político, que pueda generarse un golpe de Estado o una guerra civil”, indicó Tallabs González en el marco del Día del Ejército.
Es el único país democrático que no tiene un mando conjunto, lo que lo vuelve administrativamente más complejo, pero parte de la idiosincrasia con la que se han desarrollado por 105 años las fuerzas armadas.
Consideró que su razón de ser es “defender de amenazas del exterior”, sin embargo, en el contexto actual ha cambiado la participación del Ejército “a ser más bien una fuerza armada de seguridad nacional y no de defensa, al no vislumbrarse amenazas externa que pudieran poner en aprietos la soberanía del país”, apuntó.
Esto genera una dinámica distinta en cuanto a seguridad nacional y seguridad interior, a través de los planes de defensa denominados DN.
En su intervención, Herminio Sánchez de la Barquera y Arroyo, director de Posgrados en Ciencias Sociales, aseveró que son instituciones sumamente importantes y ningún país puede prescindir de ellas, equiparándolas a “un seguro de vida que hay que tener”.
Sin embargo, en México cumplen con funciones que en otros países democráticos no cumplen, ante la deficiente estructura de las autoridades civiles, realizando labores que no deberían como el apoyo en desastres naturales.
“En México la primera instancia de actuación son las fuerzas armadas, en seguridad pública y otras tareas”, con un presupuesto deficiente.