En 2016 se registraron 116,914 nacimientos en la entidad, de los cuales 17.4% correspondieron a madres que tenían como máximo 19 años. Éste es uno de los temas que mayor preocupación genera a nivel estatal y nacional, pues está asociado a la ausencia de políticas para la efectiva garantía de sus derechos sexuales y reproductivos
Con la adhesión a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada por la Organización de las Naciones Unidas en septiembre de 2015, el Estado mexicano se comprometió a garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación familiar, información y educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales.
El actual marco jurídico y programático mexicano incluye disposiciones y medidas que van en ese sentido. Entre ellas, las relativas a la prevención del embarazo adolescente. La Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, 2015 señala que nuestro país debe lograr que en el año 2030 “se reduzca a la mitad la actual tasa de fecundidad entre las adolescentes mexicanas de 15 a 19 años de edad, y erradicar el embarazo en niñas menores de 15 años”.
El reto es mayor, pues de acuerdo con los expertos en el tema, este fenómeno sigue creciendo, no sólo en números absolutos, sino también en relativos. Al respecto, la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica Demográfica, 2014 (ENADID) evidencia que:
1. La tasa global de fecundidad en adolescentes de entre 15 a 19 años incrementó de 70.9, correspondiente al trienio 2006-2008, a 77 en el trienio 2011-2013, mientras que para el resto de los grupos de edad la tasa disminuyó.
2. En términos absolutos, los registros muestran que para el grupo de niñas menores de 15 años, en 2004 hubo 9,980 nacimientos, es decir, un promedio diario de 27; para el año 2009 la cifra creció a 11,360, o bien, un promedio diario de 31 partos; mientras que en 2014 se tuvo un ligero descenso a 11,012 casos, esto es, un promedio diario de 30 alumbramientos.
3. Por entidad federativa, el nivel de fecundidad muestra diferencias importantes en el quinquenio de 2009 a 2013. Pues mientras que en Chiapas la tasa global de fecundidad es de casi tres hijos por mujer (2.90), en la Ciudad de México es de casi dos (1.47 hijos).
En Guanajuato, la ENADID, 2014 evidencia una tasa global de fecundidad quinquenal (2009-2013) de 2.41 hijos por mujer, mayor a la nacional que es de 2.26 hijos por mujer en edad reproductiva.
Por su parte, el informe Situación de la Salud Sexual y Reproductiva en las Entidades Federativas, publicado por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) en mayo de este año, reporta una tasa de fecundidad general de 60.6 hijos por cada mil mujeres de 15 a 49 años y una tasa de fecundidad adolescente de 65.7 hijos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años de edad.
En cuanto al porcentaje de nacimientos en que la madre tiene menos de 19 años, las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) evidencian que en Guanajuato en 2016 el número de nacimientos de madres menores de 19 años, incluyendo las que aún no cumplían 15 años de edad, fue de 20,376.
Destaca que, de acuerdo con el Sistema Estatal de Información Estadística y Geográfica (SEIEG), hay municipios que rebasan de manera significativa esta cifra: Villagrán, con 26.52%; Victoria, con 25%; Apaseo el Grande y Cortazar con 24.45%; Jaral del Progreso, con 22.79%; Comonfort, con 20.96%; Juventino Rosas, con 20.65%; Valle de Santiago, con 20.52%; y Purísima del Rincón con 20.43%.
En 1 de cada 4 partos, la madre tiene 20 años o menos
A partir de 2006, el porcentaje de los nacimientos registrados en madres de 20 años y menos incrementó para el estado de Guanajuato, superando los porcentajes nacionales. En 2013, los nacimientos en mujeres guanajuatenses adolescentes concentraron 26.3% del total, comparado con el 24.7% que en el mismo año se registró a nivel nacional. Si bien a partir de 2014 la tendencia de este fenómeno fue decreciente, en 2016 el estado de Guanajuato se ubicó 1.8 puntos porcentuales por arriba de la cifra nacional de 23.2%
(Tendencia de embarazos adolescentes en Guanajuato, 1995-2016)
Fuente: Elaboración propia con base en datos del INEGI. Estadísticas de natalidad. Consulta interactiva de datos. Consulta de: Nacimientos registrados Por: Año de ocurrencia Según: Entidad y municipio reside madre y Año de registro y edad de la madre al momento del nacimiento
No usan métodos anticonceptivos
Los indicadores anteriores deben observarse a la par de otros que son esenciales en el diseño de las políticas públicas en torno a los derechos sexuales y reproductivos, como la prevalencia anticonceptiva para mujeres en edad fértil y sexualmente activas.
A nivel nacional, 75.54% de las mujeres sexualmente activas usaban métodos anticonceptivos al momento del levantamiento de la ENADID, 2014; en el grupo de edad de 15 a 19 años, solamente lo hacían 58.97% de las mujeres. En Guanajuato la prevalencia de métodos anticonceptivos en mujeres sexualmente activas es menor a la registrada a nivel nacional, con 71.27%.
Pese a que los resultados de la ENADID muestran que el porcentaje de mujeres guanajuatenses en edad fértil que usaron métodos anticonceptivos en la primera relación sexual incrementó entre 2009 y 2014, al pasar de 13.8% a 28.6%, el porcentaje de mujeres que tuvieron su primera relación sexual antes de los 20 años y que no usaron algún método anticonceptivo sigue siendo muy alto, con 72.3%, ubicándose por arriba de la media nacional, que es de 69.2%.
Al explorar las razones por las cuales las mujeres en edad fértil no usaron métodos anticonceptivos en su primera relación sexual, se encontró que la principal causa es el deseo de las mujeres por embarazarse, con 34.3%; en segundo lugar, se encontró el desconocimiento y la falta de información sobre la forma en que deben usarse los métodos y dónde pueden obtenerse, con 27%; en tercer lugar, se detectó que no se planeaba tener relaciones sexuales, con 23.3%; en cuarto, que no creían que podían embarazarse, con 11%; y, finalmente, que hubo oposición por parte de la pareja o que la propia mujer no estaba de acuerdo en usar anticonceptivos, con 2.2%
Más y mejores políticas
El panorama anterior no hace sino evidenciar la necesidad de continuar impulsando las políticas de prevención de embarazos adolescentes en la entidad, desde la construcción de más y mejores estudios que permitan conocer los factores que los originan, hasta el diseño de programas en la materia y otro tipo de instrumentos que tengan como base una perspectiva de derechos desde la que se garantice plenamente el cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las y los adolescentes.