Las conversaciones para reunir al presidente mexicano Enrique Peña Nieto con su homólogo estadounidense Donald Trump empezaron durante el periodo de transición. El principal asesor y yerno del republicano Jared Kushner vio la oportunidad de convertir el asunto del muro fronterizo de México y Estados Unidos en un acuerdo bilateral relacionado con inmigración que no resultó.
El polémico libro Fuego y Furia, escrito por el periodista Michael Wolff, que salió este viernes a la venta describe la fallida reunión que tendrían Enrique Peña Nieto y Donald Trump en enero de 2017, luego de que tomara posesión el presidente de Estados Unidos.
Según el autor, el yerno del presidente Jared Kushner, intentó buscar una reunión con Enrique Peña Nieto para empezar a negociar la construcción del muro fronterizo, una de las principales promesas de campaña del magnate republicano.
“Las conversaciones para llevar a Peña Nieto a la Casa Blanca empezaron durante el periodo de transición. Kushner vio la oportunidad de convertir el asunto de la barda en un acuerdo bilateral relacionado con inmigración”, dice el libro en su página 77.
Según este relato, las negociaciones alcanzaron su punto más alto el miércoles después de que Trump inició su mandato, cuando una delegación de funcionarios mexicanos visitó Washington para reunirse con Kushner y Reince Prebius,
Al terminar la reunión, el mensaje de Kushner a Donald Trump fue que Enrique Peña Nieto había acordado visitar la Casa Blanca y estaban listos para afinar detalles.
Sin embargo, al siguiente día, Trump publicó un tuit en el que culpaba a México del déficit comercial y el fracaso del TLC, incluso escribió: “si México no quiere pagar por el muro que es muy necesario, entonces sería mejor cancelar la reunión que se avecina…”.
Al ver el mensaje, Enrique Peña Nieto hizo justamente eso, dejando la negociación de Kushner mucho peor de lo que estaba, dice el libro.
Otro papel que Kushner casi consiguió, pero no lo hizo, fue el de jefe de gabinete de la Casa Blanca. Antes de convertirse en presidente, Trump tuvo la idea de designar a su yerno para una de las posiciones más poderosas en la rama ejecutiva, solo para ser despojado de la idea por nada menos que la conservadora Ann Coulter.
Pero Trump no tenía interés en designar a un fuerte jefe de personal con un profundo conocimiento de Washington. Entre sus primeras opciones para el trabajo estaba Kushner, un hombre sin experiencia política más allá de su papel de halagador de Trump durante la campaña, según el relato del libro.
Fue Ann Coulter quien finalmente persuadió a Trump para desistir de esta idea. “Al parecer, nadie te está diciendo esto”, le dijo. “Pero no puedes. Simplemente no puedes contratar a tus hijos “.
En su lugar, Kushner se convirtió en asesor principal del presidente, posiblemente el más poderoso que el jefe de gabinete al principio del mandato de Trump y con una cartera en expansión.
En su libro, Wolff hace un breve recuento sobre cómo a finales de enero de 2017, Peña Nieto decidió cancelar una visita oficial a la Casa Blanca luego de que Trump emitiera un mensaje en la red social Twitter diciendo que la visita no tendría caso si México no se comprometía al pago del muro.