El expresidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, acusó que la farmacéutica Baxter Internacional lo presionó, a través del ex vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, para obtener un contrato de los servicios de Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria (DPCA) para pacientes del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y que se entregó a la empresa Pisa.
“Tuvimos presiones por parte del vicepresidente Biden, no solo cuando vino a Guatemala, sino cuando yo visité Washington, para otorgarle un contrato a Baxter”, declaró el exmandatario guatemalteco en declaraciones a medios locales luego de comparecer ante los tribunales por el llamado caso “La Línea”.
Según la declaración de Pérez Molina, quien fue presidente de Guatemala del 2012 al 2015, Biden es socio de la farmacéutica Baxter y mencionó que incluso la embajada estadounidense en el país solicitó la reunión con su secretaria privada y su secretario general para que pudieran influir en que Baxter ganara la licitación.
“Fueron acompañados por personal de la embajada, los representantes de Baxter, a pedirnos y a decirnos que ese contrato Baxter lo tenía y que Baxter lo debía volver a ganar”, acusó.
El contrato al que se refiere el expresidente es sobre la licitación de Diálisis Peritoneal Automatizada que se adjudicó de manera legal a la empresa Pisa.
LEE TAMBIÉN:El ‘cártel’ de las farmacéuticas
De acuerdo con el periódico mexicano Milenio, en México, la Secretaría de la Función Pública (SFP) declaró ilegal una licitación convocada por la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, cuando se comprobó que se había pretendido favorecer a Baxter con el contrato del servicio de Diálisis Peritoneal Automatizada. Posteriormente, el Juzgado Primero de Distrito en Materia Civil, Administrativa y Laboral y de Juicios Federales en Puebla, declaró ilícito el movimiento.
En una investigación de Newsweek en Español, se encontró que Baxter, es uno de los principales proveedores del IMSS y mantiene récord de contratos y ganancias entre 2013 y 2017, con un monto que supera los 8,200 millones de pesos distribuidos en 1708 contratos, 1015 por adjudicación directa y 687 por la vía de las licitaciones públicas.
Solo cuatro de los contratos fueron por invitación a por lo menos tres proveedores y dos por la vía de la compra emergente.
Probiomed, Cryopharma, Eli Lilly, Baxter, Fresenius Kabi y Laboratorios Pisa, habían defraudado al IMSS por 620 millones de pesos al vender con sobreprecio dos tipos de medicamentos.