La escritora francesa Anne Bert, que sufría una enfermedad degenerativa incurable y defendía la libertad de “elegir poner fin a su vida”, fue eutanasiada el lunes en un hospital belga, “tal y como deseaba”, anunció su hija a la AFP.
La autora, de 59 años, deseaba hacer evolucionar la legislación francesa, con “Le tout dernier été” (El último verano), un libro que aborda su “combate” por elegir su muerte.
La obra, que carga contra los “conservadores que afirman que la vida debe ser vivida hasta el final del infierno”, será publicada este miércoles. Bert ya había prevenido que “no estaría presente el día de su publicación”.
Bert falleció hacia las 07H00 GMT, indicó su hija por teléfono a la AFP, una información confirmada poco después por su editorial.
Sufría una esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o “enfermedad de Charcot”, que conduce a una parálisis de los músculos progresiva.
No existe ningún tratamiento para esta enfermedad, que le fue diagnosticada en octubre de 2015.
La ley francesa autoriza desde 2016 la “sedación profunda y continua” hasta el deceso, una administración de sustancias analgésicas que permite permanecer dormido sin ser despertado.
Pero esto se aplica solamente a los enfermos en fase terminal y no se autoriza la eutanasia activa, es decir, la administración directa de un producto que provoque la muerte.
“¿Dormir a un enfermo para dejarlo morir de hambre y de sed, es algo realmente más respetuoso de la vida que ponerle fin administrando un producto letal?”, dijo Bert en una carta abierta.
“Quiero morir en paz, antes de ser torturada”, escribió después en su libro.
Decidió “cruzar la frontera para huir de lo prohibido”, al viajar a Bélgica donde era tratada desde diciembre.
En Bélgica la eutanasia activa está autorizada desde 2002 para los pacientes que sufren un mal incurable y que han realizado su solicitud de forma “voluntaria, meditada y repetida”.