El narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, recluido en una cárcel de Nueva York desde enero del 2017 obtuvo una victoria ante la justicia estadounidense: ampliarán su comunicación. De acuerdo con su abogado, el capo podrá hablar por teléfono con sus familiares, ver a un sacerdote así como recibir libros y revistas en su celda.
La defensa del capo, que ha argumentado que se encuentra casi en total aislamiento, que ha presentado alucinaciones auditivas y que su salud empeora, consiguieron que el Departamento de Justicia le diera acceso a una llamada telefónica de 30 minutos cada mes para comunicarse con familiares, comunicación con su abogado además de acceso a correo ordinario que debe ser revisado por autoridades.
“Como cualquier otro acusado, al señor Guzmán se le presume inocente. Hasta ahora el sistema le ha tratado como si fuese culpable antes de que se haya presentado la más mínima prueba en su contra y haya sido evaluada por un jurado”, dijo su abogado Eduardo Balarezo en un comunicado.
La defensa también obtuvo la posibilidad de que el narcotraficante reciba una Biblia y visitas de un sacerdote de su fe que trabaje en el servicio de prisiones.
“Todo lo que pedimos es que se le den los mismos derechos y privilegios que a cualquier otra persona inocente. Está deseando poder simplemente comunicarse con su familia e hijas pequeñas”, añadió el abogado.
Balarezo, que se hizo cargo de la defensa del narcotraficante recientemente, reclamó hace una semana al Departamento de Justicia que Guzmán tenga acceso a toda una serie de posibilidades previstas por la ley, como reuniones con sus abogados, llamadas telefónicas o recepción y envío de correo.
Los abogados de oficio de “El Chapo” habían reclamado el 13 de marzo una mejora en las estrictas condiciones de detención. Aseguraron que debido a su casi total aislamiento sufre de dolores de cabeza, alucinaciones auditivas y que su salud empeora.
Según los litigantes, pasa 23 horas en una celda sin ventanas y que se le permite apenas una hora diaria de ejercicio en solitario. “La luz siempre está prendida. Con aire acondicionado errático, varias veces le ha faltado ropa lo suficientemente cálida para evitar temblar de frío”, se quejaron.
En aquél momento, en vez de ceder a las demandas del capo, la fiscalía aseguró luego que “El Chapo” está bien de salud y hasta aprende inglés en su celda con ayuda de asistentes legales.