El gobierno de Donald Trump sancionó al presidente Nicolás Maduro Moros, de conformidad con la Orden Ejecutiva 13692 que autoriza sanciones contra funcionarios actuales o antiguos del Gobierno de Venezuela y otros que socaven la democracia en ese país, congelándole sus activos en Estados Unidos y prohibiendo hacer negocios con él.
Las sanciones se producen un día después de que el gobierno de Maduro celebrara elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) “que aspira ilegítimamente a usurpar el papel constitucional de la Asamblea Nacional democráticamente elegida, y reescribir la constitución e imponer un régimen autoritario”, indicó el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en un comunicado.
“El gobierno de Maduro ha procedido con la ANC aunque los venezolanos y los gobiernos democráticos de todo el mundo se han opuesto abrumadoramente viéndola como un ataque fundamental a las libertades del pueblo venezolano. La creación del ANC sigue a años de esfuerzos de Maduro para socavar la democracia de Venezuela y el estado de derecho”, refirió el Tesoro.
Por ello informó que todos los activos de Nicolás Maduro sujetos a la jurisdicción de los Estados Unidos están congelados, y se prohíbe a las personas estadounidenses tratar con él.
“Las elecciones ilegítimas de ayer confirman que Maduro es un dictador que ignora la voluntad del pueblo venezolano, y al sancionar a Maduro, los Estados Unidos manifestamos nuestra oposición a las políticas de su régimen y nuestro apoyo al pueblo de Venezuela que busca regresar a su país a una democracia plena y próspera “, dijo el Secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin.
“Cualquiera que participe en este ANC ilegítimo podría estar expuesto a futuras sanciones estadounidenses por su papel en socavar los procesos e instituciones democráticas en Venezuela”, dijo Mnuchin.
Estados Unidos acusó al gobierno de Maduro de abusar deliberadamente y repetidamente de los derechos de los ciudadanos mediante el uso de la violencia, la represión y la criminalización de las manifestaciones. “Bajo su dirección, las fuerzas de seguridad del régimen han reprimido sistemáticamente y criminalizado a los partidos de oposición a través de detenciones arbitrarias, procesamiento militar de civiles y el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes. Cualquier miembro de la oposición o crítico del régimen corre el riesgo de ser detenido, encarcelado, asaltado, torturado y asesinado”, afirmó.
Además lo culpó de cometer abusos generalizados contra los derechos humanos, de manejar mal la economía y se de verse involucrado en la corrupción sistémica. “El Gobierno de los Estados Unidos y los gobiernos democráticos de todo el mundo continuamos pidiendo al gobierno venezolano que detenga el proceso de la ANC y permita que los procesos e instituciones democráticas de Venezuela funcionen como está previsto”.