La pareja presidencial estadounidense volvió a protagonizar una escena de tensión, durante la primera visita que realiza Donald Trump en Israel. El hecho ocurrió este lunes cuando Melania rechazó dar la mano a su esposo mientras caminaban junto a Benjamín Netanyahu y su esposa, Sara.
En redes sociales se han difundido videos en el que se observa explícitamente el episodio. La familia Trump es recibida en el aeropuerto por Neyanyahu y su esposa, los presidentes caminan a la par por la alfombra roja, mientras Melania se queda unos pasos atrás, su marido le ofrece la mano y ella lo golpea y sigue su paso.
Esta no es la primera vez que se evidencia en público, el distanciamiento de la pareja. Por ejemplo, en febrero pasado, cuando llegaban al aeropuerto de Florida durante una gira de Trump, Melania buscó tomarlo de la mano y él la rechazó.
Durante la toma de posesión del republicano en enero, numerosas imágenes circularon por las redes sociales mostrando los gestos incómodos de Melania hacia su marido.
Al inicio de su visita, Trump reafirmó el “vínculo indestructible” entre Estados Unidos e Israel, y manifestó su deseo de hallar una salida al conflicto israelo-palestino. “Puedo decirles que nos gustaría ver cómo Israel y los palestinos hacen las paces”, declaró.
El inquilino de la Casa Blanca pudo vislumbrar este lunes la complejidad de la situación en Jerusalén al visitar el Santo Sepulcro, el lugar más santo del cristianismo, y el Muro de los Lamentos, el sitio más sagrado para los judíos.
Trump se convirtió así en el primer presidente estadounidense en funciones que visita el lugar. El presidente permaneció largo tiempo inmóvil, con la mano derecha apoyada sobre el muro, y, siguiendo la tradición, colocó un trozo de papel entre las piedras. Los fieles suelen escribir oraciones o votos en los mensajes que dejan en ese lugar.
Su esposa y su hija, Melania e Ivanka, se dirigieron a la parte reservada a las mujeres. Esta última, que también es consejera del presidente en la Casa Blanca, se convirtió al judaísmo años atrás y, en el Muro de los Lamentos, no pudo reprimir las lágrimas.
Con información de El País y AFP