EN LA PORTADA de su nuevo disco, Amor, Haydée Milanés aparece besando a su padre Pablo. Se trata de uno de los más importantes músicos que ha dado Cuba y este es el primer álbum que lanzan a dueto. El nombre es más que el título de uno de los 11 temas, como explica el cantante en un texto que se incluye en esta producción: “Encierra un ciclo de amores y besos entre Haydée y yo (…) Entre esos besos crecieron canciones que Haydée fue asumiendo con amor y que hoy muestra conmigo”.
Todos son temas de Pablo, elegidos y producidos por su hija, quien decidió hacer un homenaje y consagrar así la unión entre admiración y familia, entre maestro y alumna. Dos voces y, en medio de ambas, Cuba. Un país ahora sin Fidel Castro y con la amenaza latente de Donald Trump que, por ahora, “está entretenido con México”, en palabras de la cantante para Newsweek en Español. Haydée se presentará el próximo 31 de marzo en El Plaza Condesa, en compañía del hombre por el que ahora ella se dedica a la música.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Qué significa ser hija de Pablo Milanés?
—Para mí es un orgullo. Siento un gran orgullo de ser hija de mi padre. Siento una gran admiración por él, por su obra, por todo lo que ha hecho en la música. También con la música de otras personas. Significa también toda la referencia, todo lo que yo he podido aprender de él es algo que agradezco. Creo que he sido privilegiada en ese sentido, he conocido de cerca lo que es la música, lo que son mis raíces cubanas. Es uno de los cantantes más importantes de Latinoamérica y Cuba.
—Has colaborado con Los Ángeles Azules en el tema “Viernes cultural”, ¿qué me puedes platicar de la música de México y cómo te ha influenciado?
—Esa experiencia con Los Ángeles Azules fue muy linda. Nunca imaginé que iba a cantar una cumbia. Me gustó mucho, es un género muy genuino y fui muy feliz con el resultado de ese trabajo; me siento orgullosa de haberlo realizado. De la música en México lo que más me gusta son los mariachis, son una cosa muy valiosa que tienen ustedes. Lo otro que me gusta mucho son los boleros mexicanos, ahí hay un punto de contacto con la música cubana, porque nosotros también somos grandes cultivadores del bolero.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Cómo es para un cantante vivir en Cuba?
—Por un lado, hay una riqueza cultural muy fuerte y hemos tenido grandes escuelas de música. Pero, por otro lado, nos cuesta mucho trabajo difundir nuestra música desde allá. Se han abierto un poco las cuestiones estas de internet y esas cosas, pero falta mucho, mucho por avanzar. Hay muy pocas disqueras, no hay comercialización de la música digital, por ejemplo, que hoy es lo que más se usa en el mundo. No hay una fábrica de discos, imagínate, qué problema puede ser eso para un país. Lo otro es que faltan lugares para tocar, faltan espacios para que los músicos puedan tocar y se puedan ganar la vida.
—¿Qué significa la muerte de Fidel Castro para ti?
—Supuestamente significa un cambio, porque es la muerte del líder de la Revolución. Pero realmente Fidel hacía mucho tiempo que no estaba dirigiendo el país. No ocurrió ningún cambio porque Raúl está llevando el país desde hace más de diez años. Pienso que la fe no se puede perder, la fe de cambios positivos para una vida más próspera para el cubano, una vida con más ilusiones. Pero pienso que esos cambios deben ya comenzar a realizarse con un poco más de objetividad. Se habla mucho de cambio, pero esos cambios están ocurriendo muy lentamente y a veces suceden y se echan para atrás porque hay mucho miedo al cambio.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Cómo ves la relación con Estados Unidos tras los recientes cambios?
—Con la visita de Obama hubo muchas esperanzas de parte del pueblo cubano, porque desde hace muchos años se vive esa tensión entre los dos gobiernos… Se comenzaron algunas cosas, hubo algunas leyes que se llevaron a cabo, no se quitó el bloqueo totalmente, pero hubo determinados aspectos del bloqueo que se eliminaron. Ahora con la llegada de Trump estamos un poco preocupados de lo que pueda pasar. Hasta ahora él no se ha pronunciado mucho con respecto a Cuba, ahora está entretenido con México. Es como un niño chiquito jugando y haciendo trastadas. Vamos a ver cuando pase para Cuba qué medidas va a tomar.