Más de 310,000 personas, entre las cuales 90,000 civiles, han muerto
en Siria desde el comienzo del conflicto bélico en marzo de 2011,
anunció este martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La ONG con sede en Gran Bretaña informó sobre la muerte de un total
312,001 personas, de las cuales 16,000 eran niños, desde el comienzo de
la guerra, desencadenada por la represión de manifestaciones
prodemocracia pacíficas.
Este balance incluye a más de 53,000 rebeldes, y a casi 110,000
combatientes progubernamentales, de los cuales 60,000 eran soldados
sirios, pero también decenas de miles milicianos, miembros del
movimiento chiita libanés Hezbolá y otros combatientes extranjeros.
Casi 55,000 yihadistas han sido abatidos en los combates, la mayoría
de los cuales revistaban en el grupo Estado Islámico (EI) o en el frente
Fateh al Sham, exrama local de Al Qaida.
Además 3683 personas muertas no han sido identificadas, según el
OSDH, que cuenta con una extensa red de corresponsales en todo el país.
El conflicto en Siria se ha convertido en una compleja guerra que
implica a una multitud de actores, sirios y extranjeros. Los esfuerzos
diplomáticos para poner fin a una verdadera carnicería no han dado
frutos hasta ahora.
Este martes, las fuerzas del régimen estaban a punto de retomar la
ciudad de Alepo (norte) en su totalidad, infligiendo una dura derrota a
los rebeldes, la más importante para la oposición al gobierno desde el
comienzo del conflicto.