Gigantes de la tecnología compiten por ser los primeros en alcanzar el objetivo de 100 por ciento en energía renovable. Google, que desde hace una década ha invertido en energía solar y eólica, tiene la intención de llegar a la meta en 2017.
Google es el principal comprador corporativo de energía renovable, y pretende adquirir suficiente energía eólica y solar para compensar toda la electricidad utilizada en sus 13 centros de datos y oficinas de 150 ciudades en todo el mundo, informó la compañía este martes.
Por su parte, parece que Apple también está a punto de lograr su propio objetivo de 100 por ciento. La compañía anunció que había alcanzado 93 por ciento en 2015. Un portavoz de Apple declaró que la empresa aún no ha fijado el año en el cual podría cruzar la línea de meta.
Para Google, lograr el objetivo de 100 por ciento significa que, por cada unidad de electricidad que consume (en general, producida en plantas eléctricas operadas con carbón o gas natural), tendría que comprar una unidad de electricidad eólica o solar. La compañía no informó cuánta electricidad tendría que comprar para fines del próximo año a fin de cumplir su objetivo de 100 por ciento, aunque indicó que dicha cantidad superaría los 5.7 teravatios-hora de energía solar y eólica que adquirió en 2015.
“Queremos operar nuestro negocio de una manera ambientalmente responsable, y el consumo de energía representa la parte más importante”, dijo Neha Palmer, jefa de estrategia y desarrollo de energía en Global Infrastructure Group de Google.
Google está dando un gran salto para llegar a ese objetivo de 100 por ciento, pues solo había logrado un 37 por ciento en 2014. La compañía ha invertido en energía renovable desde 2006, cuando comenzó a construir un sistema de energía solar de 1.6 megavatios. A partir de 2010, ha suscrito contratos de energía solar y eólica por un total de 2.6 gigavatios.
Con todo, el gigante tecnológico no es el único que se ha fijado el objetivo de 100 por ciento. La campaña global para promover el uso de 100 por ciento en energía renovable en todo el mundo empresarial incluye a Ikea, Facebook, Starbucks y Johnson & Johnson.
Las empresas, igual que los propietarios de vivienda, han confiado históricamente en la energía que proporcionan los proveedores locales de servicios públicos. En 2015, alrededor de 67 por ciento de la electricidad generada en Estados Unidos se produjo con combustibles fósiles. Las empresas tendrían que construir y administrar sus propios parques solares o granjas eólicas si quisieran alcanzar el 100 por ciento más rápido, pero para ello, tendrían que hacer inversiones fuertes y recurrir a una experiencia que no tienen. Como resultado, cuando las compañías se fijan metas altas en energía renovable, muchas veces las cumplen comprando energía solar y eólica o adquiriendo suficientes créditos de energía renovable para compensar el uso de la electricidad generada en centrales eléctricas de carbón o gas natural.
Google planea comprar suficiente energía eólica y solar para compensar toda la electricidad utilizada por sus 13 centros de datos y oficinas en 150 ciudades de todo el mundo. Foto: Reuters
Algunas empresas, como Google y Microsoft, han invertido en plantas de energía solar y eólica para contribuir a la cantidad de energía renovable de las redes eléctricas locales. O bien, utilizan su influencia como grandes consumidores de energía para tratar de convencer a las compañías de servicios públicos locales, a fin de que inviertan en energía renovable.
Antaño extremadamente costosas, la energía solar y eólica han experimentado una caída significativa de precios en los últimos 10 años. Por otra parte, las exenciones tributarias del gobierno también han servido para que la energía solar y eólica se vuelvan más asequibles a las empresas y los propietarios de viviendas.
El costo de construir granjas solar grandes, con la escala necesaria para proporcionar servicios públicos, se desplomó 12 por ciento en 2015, según Lawrence Berkeley National Laboratory, parte del Departamento de Energía de Estados Unidos.
Los analistas de mercado esperan que los precios sigan cayendo a pesar de la abundancia de carbón y gas natural baratos. La presión para que los países de todo el mundo cumplan con sus objetivos del acuerdo climático de París, que entró en vigor el mes pasado, volverá atractiva la energía renovable, dijoBloomberg New Energy Finance. Ese grupo de investigación ha proyectado que la energía solar y eólica serán las fuentes de electricidad más baratas para “la mayor parte del mundo” a partir de 2030.
“La energía renovable se ha vuelto increíblemente rentable”, dijo Dan Kammen, profesor de energía en la Universidad de California, Berkeley. “No hay una sola compañía en el planeta que no pueda volver viable y rentable una estrategia con un objetivo energético de 100 por ciento”.
A pesar de eso, la mayoría de las empresas todavía no se ha fijado una meta en energía renovable. Y la razón es que el costo no es el único problema. Las grandes empresas suelen tener una ventaja sobre las compañías más pequeñas, pues disponen de recursos para entender los mercados de energía y negociar contratos para comprar energía renovable, explicó Colin Smith, analista solar de GTM Research.
“Hablamos de acuerdos y arreglos muy complejos, con perfiles de riesgo únicos, que pocas empresas pueden entender”, dijo.
A la fecha, Google paga por la energía eólica y solar de 20 proyectos de energía renovable en Estados Unidos y en países como Suecia y Chile. Con todo, no se limita a comprar energía solar y eólica solo en las regiones donde opera y, además, la compañía se percibe como un defensor de la reducción de emisiones producidas por la industria eléctrica, que es la mayor fuente de emisiones de gases de invernadero en Estados Unidos.
“Los desarrolladores de energía eólica y solar no podrían obtener financiamiento si nosotros no garantizáramos el pago de la energía a largo plazo”, dijo Palmer.
Fijar el objetivo de 100 por ciento de energía renovable no es la única manera como una empresa puede reducir su huella de carbono, agregó Dan Reicher, director ejecutivo del Centro Steyer-Taylor para Políticas y Financiación de Energía, en la Universidad de Stanford.
Para empezar, las empresas deben pensar en reducir su consumo de energía y ser más eficientes energéticamente, señaló Reicher. De esa manera, reducirán la cantidad de energía renovable que necesitan adquirir.
“La eficiencia energética no es igual de sexy; poner paneles solares en el techo es más interesante que instalar un horno eficiente en tu sótano”, dijo. “Pero desde una perspectiva económica y ambiental, es conveniente empezar con la eficiencia energética”.
Reicher también señaló que la electricidad no siempre es la mayor fuente de consumo de energía en un negocio. Por ejemplo, apunta que FedEx utiliza mucha más energía en el transporte.
“A menudo, una gran parte del negocio de una empresa va más allá de la electricidad”, dijo Reicher. “¿Qué está ocurriendo por el lado industrial, por el lado del transporte, en la calefacción y la refrigeración?”.
La elección de Donald Trump a la presidencia tiene preocupados a los partidarios de las energías renovables, en cuanto a los logros alcanzados para hacer que las energías solar y eólica sean más competitivas frente al carbón y el gas natural.
Con la nueva administración Trump, los partidarios de las energías renovables temen que el gobierno deje de apoyar a la energía renovable. El presidente electo ha prometido resucitar la industria del carbón, la cual ha pasado por media docena de bancarrotas en los últimos años, mientras lucha por competir con el gas natural más barato. Sin embargo, falta por ver si la nueva administración creará políticas anti-energía renovable, dijo Reicher.
Por lo pronto, Google no prevé cambios en sus iniciativas de energía renovable en el futuro inmediato.
“Los resultados de una elección no cambiarán nuestros proyectos”, sentenció Palmer.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek