Nueva York, Chicago y Los Ángeles se rebelan contra el plan de deportación de indocumentados del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Alcaldes, gobernadores y jefes de la policía de las grandes ciudades prometen proteger a migrantes de los planes de expulsión del republicano.
Bill de Blasio, alcalde demócrata de Nueva York se reunió con Trump este 16 de noviembre y le advirtió que hará “todo lo posible” para defender a los indocumentados.
La promesa de Trump de deportar a entre dos y tres millones de inmigrantes indocumentados “va contra todo lo que era genial en Nueva York”, dijo De Blasio tras su cita con Trump.
“Nueva York ha tenido éxito porque estuvo abierta a todos, el lugar construido por generación tras generación de inmigrantes”, agregó.
Hace unos días, De Blasio afirmó que si es necesario, la ciudad eliminará a fin de año la base de datos con nombres de cientos de miles de indocumentados que han recibido una tarjeta de identificación municipal y que podría servir al gobierno de Trump para identificar y deportar inmigrantes.
Resistencia Nacional
Declaraciones de rebelión similares han llegado de los alcaldes de Boston, Providence, Chicago, Nueva Jersey, Seattle, Filadelfia, LosÁngeles, San Francisco y Washington DC, “ciudades santuario” que no persiguen a los indocumentados por haber violado la ley migratoria federal y que a veces les otorgan documentos como licencia de conducir o tarjeta de identificación municipal.
Al alcalde de Nueva York se suma su homólogo Rahm Emanuel, de Chicago, que afirmó que su ciudad “siempre será un santuario para migrantes”.
Muriel Bowser, alcalde del distrito de Columbia, capital del país, dijo que DC protegerá a los migrantes porque “sabemos que nuestros barrios son más seguros y fuertes cuando nadie tiene miedo de llamar a nuestro gobierno para pedir ayuda”.
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD por sus siglas en inglés) advirtió que no colaborará con la agencia de migración para detener indocumentados en la ciudad.
Charlie Beck, jefe del Departamento de la Policía de la ciudad afirmó que seguirá con la política que han mantenido por décadas para mantenerse al margen de las prácticas federales de migración.
“LAPD de ninguna manera se sumará a posibles lineamientos que pretende imponer el presidente electo Donald Trump para deportar a millones de indocumentados”, puntualizó.
Durante su campaña, Trump prometió cortar los fondos federales a las “ciudades santuario”, que según el conservador Centro de Estudios de la Inmigración (CIS, por sus siglas en inglés) son unas 300.
Durante su campaña Trump dijo que deportaría a los 11 millones de indocumentados que residen en Estados Unidos, en su mayoría mexicanos y centroamericanos. Tras ser electo, afirmó que primero deportará a entre dos y tres millones de “criminales”, “narcotraficantes” e “integrantes de pandillas” y luego verá qué hacer con el resto.
Defensores de los inmigrantes se alarman porque dicen que no hay evidencias de que existan dos o tres millones de indocumentados “criminales” en el país, por lo cual muchos inocentes o personas que han cometido delitos leves o de tránsito pueden terminar cayendo en esa bolsa.
Con información de AFP