ES POSIBLE QUE FLORIDA pierda pronto su estatus exclusivo como el escondite de los mosquitos infectados de zika en Estados Unidos. Varias pruebas de laboratorio muestran que un mosquito tolerante al frío conocido como Culex quinquefasciatus puede ser infectado con el virus del Zika. Si esto se confirma en la práctica, se trataría de un hecho perturbador que indica que el virus podría extenderse mucho más al norte de Florida y el Caribe.
Los mosquitos Culex no son objeto de control; la lucha contra el virus del Zika se ha centrado en la especie Aedes aegypti, un mosquito invasor que se encuentra en todas las regiones tropicales y subtropicales del mundo y se le considera el principal culpable del brote del virus en Brasil y de su propagación en distintas partes del sur de Florida.
En el Congreso Internacional de Entomología, realizado a finales de septiembre en Orlando, Constância Ayres, de la Fundación Oswaldo Cruz, de Brasil, mostró que los mosquitos Culex alimentados con sangre infectada con zika podían transmitir el virus a través de su saliva. Y Tong-Yan Zhao, del Laboratorio Estatal Clave de Patógenos y Bioseguridad, informó que los mosquitos Culex portadores del zika son capaces de transmitir el virus a los ratones. Una tercera prueba provino de Ayres y Fiona Hunter, una investigadora de la Universidad Brock de Canadá, quienes dijeron que habían encontrado poblaciones silvestres de Culex en Brasil y República Dominicana que portaban el virus del Zika.
Si se demuestra que los mosquitos Culex pueden propagar el zika, ello tendría enormes consecuencias, afirma Adriana Costero-Saint Denis, funcionaria de un programa de biología de vectores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Este insecto es 20 veces más abundante en muchas partes de Brasil que el A. aegypti y se encuentra con mayor frecuencia cerca de las casas, de acuerdo con Ayres. También es nativo de gran parte de Estados Unidos, donde se conoce como mosquito doméstico y abunda cerca de las casas y las personas; este y sus parientes cercanos se encuentran en grandes cantidades alrededor del mundo.
Sin embargo, en algunos laboratorios se han encontrado resultados contradictorios. En un estudio se encontró que los mosquitos C. quinquefasciatus recolectados en el sur de Florida no mostraban signos de infección tras ser expuestos al virus del Zika. En otras investigaciones se encontró que los mosquitos recolectados en Río de Janeiro, Tanzania y California podrían no ser portadores del patógeno.
Entonces, ¿qué es lo que ocurre? Stephen Higgs, de la Universidad Estatal de Kansas, coautor de uno de los estudios, afirma que no puede explicar los resultados contradictorios. Especula que podrían deberse a diferencias entre las poblaciones de mosquitos, a las cepas del virus o al uso de distintas técnicas de laboratorio.
Aunque el grupo de Higgs no logró que los mosquitos Culex fueran infectados con el virus del Zika, afirma que los hallazgos presentados en la reunión no deben ser pasados por alto. “Sería irresponsable pasar por alto el hecho de que el mosquito Culex pudo haber estado involucrado” en la propagación del zika, señala, y añade que es urgente realizar más investigaciones.
Benjamin Hayes, vocero de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, afirma que, aunque los resultados presentados en la reunión son “intrigantes, muchos otros estudios publicados… han indicado que los mosquitos Culex no son capaces de transmitir el virus del Zika”. Por esa razón, los lineamientos de dichos Centros para controlar la transmisión del virus, los cuales se centran en parte en disminuir las poblaciones de A. aegypti, no han sido modificados.
No obstante, hay razones para preocuparse. En el artículo publicado en septiembre por Zhao y colaboradores se informa que 90 por ciento de los mosquitos Culex recolectados en China alojaron el virus durante ocho días después de alimentarse de ratones infectados. Y en un estudio dirigido por Ayres, que aún no ha sido revisado por pares, 100 por ciento de los mosquitos Culex que entraron en contacto con sangre con una alta concentración de virus del Zika tenían el patógeno en su saliva una semana después. Cuando se les dio una baja concentración del virus, 10 por ciento de los insectos dieron positivo tres días después.
Esto es preocupante, de acuerdo con Ayres, debido a que “no tenemos ningún programa de control de vectores para el mosquito Culex, dado que no [se considera] un mosquito muy importante”.
Los científicos están de acuerdo en que el A. aegypti sigue siendo un vector del zika más poderoso, aunque en algunas investigaciones se ha mostrado que el insecto no puede transmitir el virus, como un artículo publicado en 2015 en la revista BMC Infectious Diseases. En lo relacionado con la conducta, el mosquito Aedes es más insidioso que el Culex, y frecuentemente pica a más personas por día y deposita sus huevos en pequeñas zonas de agua de ciudades y áreas urbanas, lo que permite la propagación del zika, al igual que el dengue, el chikungunya y la fiebre amarilla. Por otra parte, el mosquito Culex suele alimentarse de un solo animal o persona cada vez antes de depositar sus huevos, lo que lo convierte en un propagador posiblemente más lento de la enfermedad. También es más apto para alimentarse de aves que de humanos, aunque Ayres ha descubierto que se alimenta comúnmente de personas en Recife (donde ella reside) y otras ciudades brasileñas.
Las medidas de control para el A. aegypti se basan en gran medida en el uso de pesticidas, y existen varios proyectos en marcha para introducir mosquitos genéticamente modificados en su ambiente natural para impedir la propagación del insecto. El C. quinquefasciatus no puede ser controlado únicamente con estos medios debido a que deposita sus huevos en cuerpos de agua más grandes y contaminados, como lagos y corrientes. Para controlarlo, se requerirían inversiones a largo plazo para mejorar las condiciones de salubridad, de acuerdo con Ayres. Sin embargo, esta no es una tarea fácil en países como Brasil, donde la mayoría de los ciudadanos carecen de buenos sistemas sanitarios.
Hunter ha mostrado que, en relación con el origen evolutivo, el del zika pertenece al grupo de virus que son propagados generalmente por el mosquito Culex. Por ello “no debemos encasillar al zika” como un patógeno relacionado únicamente con el mosquito Aedes. “Realmente tenemos que tener una mente muy abierta con respecto al zika”, señala Hunter. El virus “podría tener un intervalo vectorial más amplio” de lo que se creía anteriormente, afirma.
Walter Leal, bioquímico y entomólogo de la Universidad de California en Davis, y que no participó en la investigación, señala que los artículos presentados en la conferencia “indican claramente, y yo pienso que”, el Culex es un vector del zika.
Roger Nasci, que trabajaba anteriormente en los CDC y actualmente es director del Distrito North Shore para la Disminución de los Mosquitos en las afueras de Chicago, afirma que es posible que el mosquito Culex pueda contribuir a propagar el virus del Zika cuando ya es muy común en cierta área. Pero su transmisión está impulsada principalmente por el A. aegypti, dada su conducta distinta y su tendencia a picar a más de una persona, argumenta. Por esta razón, el hecho de tratar de controlar al Culex“desviaría recursos de los importantes esfuerzos para controlar al vector principal”.
Leal no está de acuerdo y afirma que, si cualquier especie de mosquito es capaz de propagar el virus del Zika, las autoridades de salud pública deberían hacerle frente, aunque no se trate del vector principal. “Si nos centramos únicamente en el Aedes —dice— sería un gran error”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek