El Comité Editorial de The New York Times publicó a inicios de octubre una editorial llamada “El voto latino puede hacer la diferencia”, en la que además de invitar a los latinos a ejercer su derecho al voto, se pronunció en contra del candidato republicano Donald Trump.
“Si ha habido un año imprescindible para que los latinos en Estados Unidos ejerzan su derecho al voto, ese es 2016”, escribió el diario.
La editorial critica las promesas de campaña de Donald Trump (la construcción del muro divisorio entre México y EE.UU.), su “drástico” nacionalismo, y su necesidad xenófoba de “Restaurar la grandeza de América” expulsando a millones de migrantes que “roban” los empleos para los estadounidenses.
“Durante sus eventos públicos, (Donald Trump) ha representado a los inmigrantes latinos como una invasión que debe ser detenida porque está transformando el rostro de Estados Unidos de manera demasiado rápida y profunda”, publicó el NYT.
“Aunque este mensaje ha sido bien recibido por algunos sectores blancos del país, quienes se sienten afligidos por los cambios sociales y por una recuperación económica desigual, las palabras de Trump han ofendido y asustado a los latinos, uno de los segmentos del electorado de mayor crecimiento”, añade.
Con total seguridad The New York Times señala que la única manera de detener la xenofobia fomentada por “un candidato que ha desafiado todas las leyes de gravedad política”, es que los 27 millones de hispanos salgan a votar a las urnas el 8 de noviembre.
“En una contienda apretada, una presencia fuerte de votantes latinos podría asegurarle la victoria a la candidata demócrata, Hillary Clinton, en estados claves. También podría alterar la manera en la que los partidos políticos perciben e interactúan con el electorado hispano. Eso dejaría muy claro que los latinos están ayudando a forjar el destino de una nación que siempre se ha fortalecido dándole la bienvenida a nuevas generaciones de inmigrantes”, indica la publicación.
“Los latinos”, añade, son “un bloque de electores que ha estado creciendo y diversificándose rápidamente y que han apoyado principalmente a los candidatos demócratas en elecciones presidenciales. Sin embargo, históricamente el porcentaje que sale a votar ha sido bajo”.
Pero también el voto latino ha ayudado a republicanos a asegurar su lugar en la Casa Blanca. George W. Bush logró captar el 40 por ciento del voto latino, y Mitt Romney el 27 por ciento. Aunque esa idea republicana de replantear su relación con los hispanos es ahora un sueño imposible que Donald Trump llegó a frustrar.
Así lo dice The New York Times: “Trump destruyó la posibilidad de que ese giro se materializara al emplear un ataque ofensivo hacia los inmigrantes mexicanos como el primer trueno de una campaña rimbombante que ha catapultado la visión de la supremacía blanca a un lugar destacado de la política estadounidense. Además de los latinos, Trump ha vilipendiado a los musulmanes y ha caracterizado a los afroamericanos de manera ignorante y soberbia”.
“Activistas latinos han albergado la esperanza de que los ataques de Trump sean la clave para por fin hacer realidad el potencial del electorado latino. Esto parece probable. Casi tres millones de latinos se han registrado para votar desde la última contienda presidencial, un aumento del 51 por ciento con respecto al periodo entre 2008 y 2012, según un análisis de registros electorales comisionado por Univision”, continúa.
No sólo se trata de “derrotar a un hombre déspota”, dice la editorial, sino que en realidad los latinos tienen diversas razones válidas para “apoyar con entusiasmo” a Hillary Clinton. “Hillary Clinton tiene propuestas coherentes y sensatas para abordar los asuntos que más afectan a los latinos, incluyendo el manejo de la economía, el acceso a la atención médica, la seguridad nacional y la educación. Su récord en políticas migratorias no ha sido consistentemente progresivo. En el 2007, como senadora, se opuso a que se le expidiera licencias de conducir a inmigrantes indocumentados. Sin embargo, ha cambiado su posición sobre ese tema y ha prometido que dará prioridad a reformar el disfuncional sistema migratorio. También ha asegurado que continuaría y extendería el programa que el presidente Obama creó para autorizar temporalmente la presencia de millones de inmigrantes indocumentados que tienen fuertes vínculos en Estados Unidos”.
Los editores del diario estadounidense opinan que “los 56 millones de latinos —un tercio de ellos menores de 18 años— están cambiando el futuro de Estados Unidos en aulas, lugares de trabajo y barrios. Solo es cuestión de tiempo para que su huella en el sistema político del país se ajuste a sus contribuciones en otras esferas. Ese momento debe ser ahora”.