El presidente estadounidense Barack Obama se sumó de lleno este martes a la campaña presidencial de Hillary Clinton, horas después de que el FBI no recomendó presentar cargos contra la ex secretaria de Estado.
En una declaración a la prensa en que no permitió preguntas, Comey dijo que Clinton utilizó varios servidores privados para sus correos, que numerosas de sus comunicaciones incluían información secreta y que es “posible” que “actores hostiles” hayan tenido acceso a ellos.
Horas después, Obama y Clinton compartieron escenario en la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte, donde evitaron mencionar la decisión del FBI.
Clinton sorprendió al viajar desde Washington a Charlotte junto a Obama en el avión presidencial, el Air Force One.
“Estoy hoy aquí porque creo en Hillary Clinton”, dijo Obama, para quien su exsecretaria de Estado “es y será una estadista que nos hace sentir orgullosos en todo el mundo. Estoy listo a pasar el bastón. Y sé que ella lo recibirá”.
“No ha habido nunca una mujer más calificada para ser presidente. ¡Nunca!”, dijo Obama a la multitud, desatando una ovación.
Obama añadió que tenía un “asiento de primera fila” para observar y dar testimonio de sus criterios y su firmeza, así como de su “compromiso con la diplomacia”.
El apoyo de Obama podría ser vital para Clinton. Aunque todos los sondeos coinciden en colocarla como favorita, su ventaja sobre Trump se va acortando.
La última encuesta NBC News/Wall Street Journal revela incluso que en materia de honestidad y fiabilidad Trump la derrota por varios cuerpos: 41% a 25 por ciento.
“Clinton es ‘elitista'”: Trump
Trump se valió de ese encuentro para insistir sobre la pertenencia de los Clinton a una “élite” enquistada en Washington y acostumbrada a manejar un sistema “amañado y corrupto”, según tuiteó el lunes.
“La deshonesta Clinton es culpable al máximo, pero el conjunto del sistema está amañado y corrupto”, afirmó el magnate.
“¿Dónde están los 33 mil e-mails que faltan?”, agregó, refiriéndose a los correos electrónicos que Clinton dijo haber borrado porque estaban relacionados con su vida privada y no con su labor como secretaria de Estado.
A lo largo de la campaña Trump se ha esforzado por pintar a Clinton como una privilegiada a la cual, en razón de sus vínculos con los estamentos de poder en Washington, no se le aplican las reglas que rigen para todos los estadounidenses.
Los sangrientos ataques suicidas del domingo atribuidos al grupo Estado Islámico en Bagdad, que provocaron la muerte de más de 200 personas, le sirvieron por otro lado a Trump para volver a atacar a Clinton por su “debilidad” en la lucha contra el terrorismo.
“Hillary nunca será capaz de manejar la complejidad y el peligro del EI, afirmó el magnate republicano.
“Con Hillary y Obama los atentados terroristas sólo empeorarán. Idiotas políticamente correctos, se niegan a mencionar a las cosas por su nombre: ISLAM RADICAL”, afirmó.
Y añadió en su cuenta de la red social: “Necesitamos cambiar”.
Ignorando las críticas de su rival, Clinton apuntará a sacar partido de la presencia del presidente en su acto de este martes, así como de la del vicepresidente Joe Biden en otra actividad proselitista, el viernes en Pensilvania, para reorientar su campaña hacia temas económicos, sociales y de política exterior.
“Tengo apuro por partir en campaña junto a @POTUS”, escribió en Twitter. POTUS es el acrónimo de “President of the United States”.