El registro de siete feminicidios en seis meses, ocurridos en 2012 y 2013, alertó a la administración estatal de la necesidad de impulsar la protección para las mujeres a través de mecanismos legales, como el “endurecimiento de leyes”, reconoció en mandatario Francisco Olvera Ruiz.
“Tuvimos que ser víctimas, como sociedad, de un hecho lamentable: siete feminicidios en seis meses en alguna región del estado (Tula), para que a todos nos alertara y nos diéramos cuenta de que se estaba traspasando una frontera. Ya no era simplemente la violencia intrafamiliar, la discriminación o la falta de una cultura de perspectiva de género: estábamos pasando ya a una violencia desmedida y, por lo tanto, era intolerable y no permisible”, afirmó durante la firma de adhesión a la Plataforma para la Formación en Perspectiva de Género.
Olvera añadió que “desde ese momento” su gobierno empezó a tomar una serie de decisiones, como cambios a la legislación y al código penal: Hidalgo tipificó el feminicidio y dio categoría de delito grave a la violencia física hacia las mujeres.
A menos de tres meses de que deje la administración, el gobernador también se refirió a los cinco puntos “fundamentales” de su gobierno, como lo que llamó el fortalecimiento del sistema educativo; fortalecimiento municipal; paz social; impulso del desarrollo económico regional, y el establecimiento de perspectiva de género en el quehacer gubernamental.