Radiohead sabe cómo finalizar un disco.
La última canción de cualquier álbum de Radiohead suele ser la mejor pieza (o al menos, una buena contendiente), ya que proporciona un duro patetismo o algún audaz salto a lo desconocido. Mientras esperamos la publicación del nuevo álbum de la banda el próximo domingo, decidimos clasificar estas canciones.
¿Por qué clasificar las últimas piezas de estos álbumes? Principalmente debido a que la clasificación directa de los álbumes de Radiohead se ha hecho hasta el cansancio. Además, se trata de un ejercicio fundamentalmente inútil: preparar un argumento de por qué Kid A es mejor que In Rainbows es como tratar de argumentar si la luna es un símbolo más valioso de la vastedad del universo que, digamos, Júpiter. Clasificar las últimas piezas de los álbumes es quizás igualmente inútil en el gran esquema de la muerte por calor del universo, pero al menos limita nuestro alcance y permite abrir un debate más fresco.
Así que esta es la clasificación. Hemos tenido en cuenta todas las grabaciones de larga duración de Radiohead que no sean recopilaciones de grandes éxitos (incluyendo los álbumes I Might Be Wrong: Live Recordings y TKOL RMX 1234567).
10. “Lotus Flower” (SBTRKT remix)(de TKOL RMX 1234567)
Debido a que la mejor canción (o al menos, la más popular) de King of Limbs necesitaba un renqueante remix casi tanto como King of Limbs necesitaba un álbum de remixes renqueantes que, casualmente también dura casi dos horas. Apenas es digna de ser tomado en cuenta.
9. “Separator”(de The King of Limbs)
Como canción, “Separator” es buena. Incluso placentera. El problema es que Radiohead siempre ha aspirado a ser mucho más que placentero. Y después de la sólida segunda mitad de King of Limbs, especialmente el pasaje que remite a la oscura noche del alma y que une “Codex” con “Give Up the Ghost”, “Separator” es algo así como un plomo anticlimático: es la única canción final de un álbum de Radiohead que te deja sin algún golpe emocional.(También resulta anticlimática la efímera teoría de que “Separator” constituye un puente hacia King of Limbs, parte2, de ahí el título y el estribillo de la canción: “If you think this is over / Then you’re wrong” (Si piensas que se acabó / Estás equivocada). No fue así. Sí que acabó.)
8. “True Love Waits”(de I Might Be Wrong: Live Recordings)
Este atormentado y engañosamente simple número acústico casi seguramente habría obtenido una clasificación más alta si no se hubiera encontrado en el álbum en vivo de 2001 I Might Be Wrong. A pesar de ser una de las favoritas de los fans, no existe ninguna versión en estudio de la pieza, y es por ello que le quitamos puntos. Es nuestra lista y podemos hacer lo que queramos con ella.
7. “The Tourist”(de OK Computer)
El instinto de Radiohead consiste en terminar con una disolvencia. Impresionante pero discreta. Durante la gira de Hail to the Thief, la banda terminaba sus presentaciones con cada miembro saliendo de escena uno a uno, con los elementos sonoros apagándose hasta que sólo quedaba Jonny Greenwood jugueteando con un sampler. La pieza “The Tourist”, de OK Computer,compuesta mayormente por Greenwood, refleja este instinto. Constituye un final uniforme y tranquilo; incluso está en tiempo de vals. En palabras del guitarrista, “no suena como Radiohead en absoluto. Se ha convertido en una canción con espacio “, en contraste con la temperamental brillantez de Computer. Y después está el ruego cada vez más alto de Yorke para bajar la velocidad (“slow down, sloooow dooooowwwn”) y el ting final de la campana. Todo un golpe.
6. “Blow Out”(de Pablo Honey)
Sin duda, una de las canciones de Radiohead más subvaluadas, esta delirante e intensa pieza final de Pablo Honey suena un poquito diferente de todo lo que oímos antes de ella en el primer disco de la banda. Como resultado, es prácticamente una declaración de misión con respecto al rumbo espacial que tomaría la banda en su siguiente álbum y en las siguientes décadas.
5. “A Wolf at the Door (It Girl. Rag Doll)”(de Hail to the Thief)
Quizás no recuerdes dónde estabas la primera vez que escuchaste (de acuerdo, que descargaste ilegalmente la filtración de) Hail to the Thief, pero probablemente recuerdes tu reacción la primera vez que escuchaste “A Wolf at the Door”: “¿Thom Yorke…rapeando?” Así es, compañero; Yorke canta un agitado verso al estilo de Beck y la canción triunfa como un chirriante ejercicio estilístico y como un apropiado desenlace a la paranoia que encontramos en todo el disco. Al igual que muchas de las canciones de esta lista, esta pieza es seca y cortante, impredecible y perturbadora. “I wish you’d get up / Get over / Turn the tape off” (Quisiera que te levantaras / Vinieras / Y apagaras la cinta), ordena Yorke al final. Un buen cierre para un álbum que comienza con el gruñido de una guitarra eléctrica a ser conectada.
4. “Motion Picture Soundtrack”(de Kid A)
“Motion Picture Soundtrack” es como el vaivén de un mar de malvaviscos una vez que has logrado atravesar las peligrosas montañas de la portada de Kid A. Es un tesoro enterrado al final del LP más inmediatamente divisivo de Radiohead. (Siendo una fantasmagórica combinación de temblorosas arpas y de los adormecidos y devotos murmullos de Yorke, se dice que la canción fue inspirada nada menos que por las bandas sonoras de las películas de Disney de la década de 1950.) ¿Y ese momento en el que Yorke te promete verte en la próxima vida, en medio de todas esas arpas revoloteantes y serruchos cantarines? Esa es la parte que golpea. (No, no incluimos la pieza instrumental oculta como la última canción del álbum, ya que no tiene título ni número de pista. Parece más una suave coda de “Motion Picture Soundtrack”, y es una forma verdaderamente agradable de quedarte dormido mientras escuchas Kid Aen la noche.)
3. “Life in a Glasshouse”(de Amnesiac)
La última canción de Amnesiacresulta anómala en el catálogo de Radiohead gracias a los espesos y ondulantes metales, cortesía del jazzista Humphrey Lyttelton y su banda. Lyttelton, que murió en 2008, fue invitado a participar cuando Jonny Greenwood se dio cuenta de que, en realidad, ninguno de los miembros de la banda sabía tocar jazz. Funciona, en parte porque los lamentos de Yorke in crescendo son su propio tipo de instrumento de viento y en parte porque confirma que Radiohead puede crear una canción bella e inquietante en el género que quiera.
2. “Videotape” (de In Rainbows)
Aunque su instrumentación está compuesta principalmente por un piano con un poco de ruido ambiental serpenteando en el fondo, “Videotape” logra ser una de las piezas más desgarradoras de la banda. Es casi emo: “This is my way of saying goodbye / ’Cause I can’t do it face to face/So talking to you after it’s too late / From my videotape” (Este es mi manera de decir adiós / Porque no puedo hacerlo cara a cara / así que te hablo antes de que sea demasiado tarde / Desde mi cinta de vídeo). Y esto fue en 2007, así que nadie había visto una cinta de video desde hacía años.
1. “Street Spirit (Fade Out)”(de The Bends)
Austera, inquietante y envuelta en imágenes deprimentes, “Street Spirit” es uno de los mayores logros de Radiohead. La canción se beneficia de una dura simplicidad de la que Radiohead ha pasado privándose durante 20 años, desde el arpegio inspirado por R.E.M. hasta la imponente directiva con la que concluye la canción: “Immerse your soul in love” (Sumerge tu alma en amor). Cierra The Bends con elegancia y terror a partes iguales: no es nada alegre. De acuerdo con Yorke, la canción trata acerca de “mirar al maldito demonio directamente a los ojos y saber que, sin importar lo que hagas, será él quien ría al último… No puedo creer que tengamos fans que puedan lidiar emocionalmente con esta canción.” Thom, ¿has visto en Pinterest todos los tatuajes que dicen “IMMERSE YOUR SOUL IN LOVE”?