Un estimado de 45.8 millones de hombres, mujeres y niños de todo el mundo son víctimas de esclavitud moderna a través del tráfico humano, el trabajo forzoso y la explotación sexual, revela el Índice Mundial de Esclavitud 2016 publicado este martes por la organización internacional Walk Free Foundation.
La organización explica que la esclavitud moderna es cuando una persona posee o controla a otra de una manera tal que la priva de su libertad con la intención de explotar a esa persona a través de su uso, utilidad, transferencia o eliminación.
El Índice revela que el país con la mayor prevalencia de esta práctica es Corea del Norte, con un estimado del 4.37 por ciento de su población bajo esta situación. El reporte indica que la nación gobernada por Kim Jong Un es además la que presenta la respuesta más débil de su gobierno para combatir a la esclavitud moderna.
Los otros países que registran la mayor prevalencia de esclavitud son Uzbekistán con un 3.97 por ciento de su población sometida a esta práctica y Cambodia cuyo porcentaje de esclavitud alcanza al 1.65 por ciento de sus habitantes.
En términos absolutos, India encabeza la lista con 18.35 millones de personas que viven en esclavitud, le siguen China con 3.39 millones, Pakistán con 2.13 millones, Bangladesh con 1.53 y Uzbekistán con 1.23 millones. Juntos, estos cinco países concentran el 58 por ciento de la esclavitud mundial.
El Índice Mundial de Esclavitud 2016 estima que un 28 por ciento más de personas están esclavizadas que las reportadas en la edición de hace dos años. La organización Walk Free Foundation explica que este significativo incremento se debe a una mejor recolección de datos mediante 42,000 entrevistas efectuadas en 53 lenguas a lo largo de 25 países.Estas encuestas representativas cubren el 44 por ciento de la población mundial.
A través de las encuestas realizadas por Walk Free Foundation, la prevalencia de la esclavitud moderna se puede identificar más precisamente en algunos países de las Américas, entre ellos Brasil, Guatemala, México, Chile, República Dominicana y Bolivia.
En el caso de América Latina, las personas en esclavitud moderna representan el 4.7 por ciento de todos los casos en el mundo, es decir 2 millones 168,600 que son esclavizadas con fines laborales, sexuales y, en menor medida, de mendicidad.
En México, las cifras aportadas por el Índice Mundial de Esclavitud, mencionan que hay 376,000 personas siendo esclavizadas en el país, las cuales son nacionales, centroamericanos e incluso habitantes de Europa del Este, Asia y África. El estudio dice que de acuerdo con unas estimaciones, el 70 por ciento de las víctimas son sometidas por los grupos del crimen organizado que realizan secuestros para obligar a las personas de todo tipo de edades a prostituirse y a realizar trabajos forzados, a menudo, dice el documento, con la complicidad de las autoridades locales, estatales y federales.
El informe refiere que el trabajo forzado es un problema que principalmente afecta a los hombres y mujeres que se dedican a la agricultura, la minería así como a las industrias de la construcción y las domésticas principalmente en los países de Norte y Centroamérica así como los del Caribe. Al sur del continente, el trabajo forzado es prevalente entre los grupos indígenas de Perú, Bolivia y Colombia.
El documento indica que estas encarnaciones de la esclavitud moderna son comunes en las industrias no calificadas que precisan de mucha mano de obra. En estos sectores, son los hombres jóvenes quienes son particularmente vulnerables. A la inversa, en la explotación sexual son las mujeres y los niños de Sudámerica los más propensos.
Se menciona que la pobreza es un factor de motivación que impulsa a las poblaciones vulnerables a migrar a lugares donde a menudo se convierten en víctimas de abuso y la explotación. “Estas prácticas son evidentes en todo el continente americano, y los países más ricos, como Estados Unidos y Canadá no son inmunes a este tipo de explotación, especialmente en el sector agrícola”, dice la organización.