El escándalo por el agua contaminada con plomo en la ciudad estadounidense de Flint, estado de Michigan, ¿habría ocurrido si sus residentes fueran blancos y ricos?
Los aspirantes presidenciales demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders plantearon esta sensible pregunta el domingo, cuando invocaron este desastre ambiental para criticar la tacañería de las autoridades de Michigan al tomar decisiones sobre esta ciudad que una vez conoció la prosperidad de la industria automotriz estadounidense.
Los rivales políticos hicieron causa común al criticar al gobernador republicano de Michigan, Rick Snyder, exigiendo su renuncia.
Ambos precandidatos concordaron en que la descuidada red de distribución de agua potable de Flint, carcomida por la corrosión, necesita ser reparada.
Ellos propusieron una mayor acción del gobierno federal y una rendición de cuentas.
“Lo que escuché y lo que vi literalmente me destroza, y es que no se puede creer que los niños en Flint, Michigan, en los Estados Unidos de América en el año 2016, están siendo envenenados”, dijo Sandres durante el debate transmitido por la cadena CNN.
Llamó a reconstruir la “derruida infraestructura” de las redes de agua potable, plantas de tratamiento de aguas negras, caminos y puentes de Estados Unidos.
Clinton, por su lado, dijo que el estado debía enviar “inmediatamente” dinero para ayudar a Flint.
Ambos llamaron a reformar las redes de agua potable de Flint, carcomidas por la corrosión, y condenaron las medidas de reducción de costos de Snyder, que condujeron a que más de 8 000 niños ingieran plomo cada día.
Pero los dos aspirantes presidenciales también enviaron fuertes mensajes a la comunidad negra de Flint y más allá, a los afroestadounidenses que sufren injusticias económicas y sociales en cualquier lugar de Estados Unidos.
Algunos están llamando al escándalo de Flint como un ejemplo de “racismo ambiental”.
La expresión ha sido usada en las últimas décadas para describir cómo los estadounidenses negros están desproporcionadamente expuestos a los contaminantes del aire, el agua y la tierra.
Legado de segregación
La segregación puede haber sido abolida legalmente en todo el país en 1964, un siglo después de la Proclama de Emancipación, pero los negros todavía tienen en promedio menores ingresos y peores condiciones de vivienda que los blancos.
“Las comunidades afroestadounidenses a lo largo de la nación siempre han estado desproporcionadamente representadas en las áreas tóxicas”, dijo Laura MacIntyre, de la Universidad de Michigan en Flint.
“La mayoría de la gente que se lleva lo peor al vivir en áreas contaminadas o cercanas a chimeneas de fábricas y toda clase de lugares que tienen desechos tóxicos o peligrosos son comunidades de color y Flint no es la excepción”, añadió.
“Éste es un tema racial en términos del hecho de que tenemos que lidiar con él en forma no proporcional”, indicó.
Estas inequidades fueron similarmente ilustradas tras la devastación que el huracán Katrina causó en Nueva Orleans en 2005.
Después de perder casi la mitad de su población y casi toda su industria automotriz, Flint tiene ahora unos 100 000 habitantes, el 57 por ciento negros y casi la mitad de los residentes vive en la pobreza.
Un reciente estudio concluyó que el porcentaje de niños con elevados niveles de plomo en su sangre se incrementa “particularmente en vecindarios en desventaja socioeconómica”.
El estudio destacó que la envejecida infraestructura favoreció que más niños estuvieran expuestos al plomo a través del agua potable.
Flint tiene las mayores cifras de viviendas desocupadas en Estados Unidos, con el 7.5 por ciento de las casas vacías, de acuerdo a un informe de RealtyTrac.
Esta cifra es cinco veces mayor que el promedio nacional, de 1.6 por ciento.
La situación es incluso peor en el norte de Flint, donde están los principales vecindarios negros. Algunas calles están completamente desiertas, con las casas tapiadas o en mal estado.
Las vidas importan
“Perdimos un montón de escuelas, no puedo decirles cuantas escuelas, y ustedes ven como la situación del agua fue ignorada. Esto no habría pasado en un vecindario blanco”, dijo Charles Marion, padre de tres hijos.
Éste es un tema que Clinton, que tiene una fuerte base electoral en la comunidad afroestadounidense, ha repetido recientemente.
“Si la misma cosa que está ocurriendo en Flint hubiese sucedido en Grosse Pointe o Bloomfield Hills, pienso que todos sabemos que eso habría sido solucionado ayer”, indicó, aludiendo a los suburbios ricos de Detroit.
Los activistas de derechos civiles también se están preocupando del caso.
Cuando se realizó la ceremonia de los premios Óscar hace una semana en medio de una controversia sobre la falta de diversidad en Hollywood, Flint estaba organizando un concierto con un apagón por los derechos humanos, con un tema titulado “Justicia para Flint” y con Stevie Wonder como estrella invitada.
Inspirada en el movimiento de protesta “Las vidas de negros importan” por los tiroteos de policías contra afroestadounidenses, la consigna “Las vidas de Flint importan” se ha difundido en protestas y en las redes sociales.
a crisis del agua en Flint” se inscribe en el marco de “la violencia contra los negros”, ante la impavidez de las agencias federales y los funcionarios electos, dijeron los líderes de “las vidas de negros importan” en un “comunicado en solidaridad”.
“Un desastre hecho por el hombre, la crisis del agua es una explícita e indignante forma de violencia estatal, una que impacta de la manera más dura a la gente negra de pocos ingresos”, añadieron.
Con información de Sébastien Blanc / AFP