El Congreso de Venezuela, dominado por la oposición, rechazó este viernes un decreto de emergencia económica del presidente Nicolás Maduro, profundizando un enfrentamiento político que, unido a la caída imparable de los precios del petróleo, agrava una crisis que parece sumida en un túnel sin salida.
“Negamos el decreto porque es más de lo mismo. La causa del problema es un modelo económico fracasado”, dijo desde la tribuna venezolana el diputado José Guerra, presidente de la comisión legislativa que estudió el decreto dictado por Maduro hace una semana, y que recomendó al pleno votar en contra.
Tras el anuncio del rechazo, Maduro acusó a la oposición de haberle dado la “espalda al país” y de preferir “el camino del show, de la confrontación estéril”, en tanto que el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, lamentó que la negativa deje sin efecto las medidas.
“Con un decreto de emergencia puede el presidente tomar algunas decisiones de manera inmediata, pero no las va a poder tomar”, declaró Cabello a periodistas, advirtiendo que el gobierno no se va a “paralizar” ni a “rendir”, en una acción que se vislumbraba ya que desde el jueves se había anticipado que no se aprobaría el texto, luego de que los ministros del área económica se negaran a ser interpelados por la Asamblea.
Los ministros, el presidente del Banco Central, Nelson Merentes, y el titular de la petrolera PDVSA, Eulogio del Pino, declinaron a última hora comparecer ante el congreso, al rechazar que la oposición autorizara la presencia de los medios en la sesión, argumentando sobre esto el vicepresidente Aristóbulo Istúriz que la información requerida por la cámara era de carácter reservado del Estado y no podía ser ventilada públicamente.
Pero el presidente del congreso, Henry Ramos Allup, opinó que el gobierno no comparecía para no revelar cifras debido al estado dramático en que se encuentra el país.
“La explicación de la crisis (en el decreto) es muy deficiente porque habla de una guerra económica” como causa, comentó Guerra.
Cuesta abajo, con o sin decreto
“¡Nos vemos en el TSJ!”, gritó desafiante Cabello durante la votación, al referirse a la corte, que emergió como árbitro en esta confrontación entre Legislativo y Ejecutivo.
Para Luis Vicente León, de la firma Datanálisis, el TSJ “no puede revivir el decreto sin la AN, pero sí puede dar ‘legalidad’ a algunas acciones que el gobierno pedía”. Mientras, advirtió, “con decreto o sin decreto, el país y su economía van cuesta abajo en la rodada…y sin freno”.
Venezuela tuvo una inflación anualizada de 141.5% a septiembre de 2015, cifra oficial apenas conocida la semana pasada puesto que el gobierno no divulgó los principales indicadores el año pasado.
La economía siguió hundida en una recesión que significó un retroceso de 4.5% en el PIB entre enero y septiembre de 2015, según cifras oficiales y estimaciones privadas con un déficit público de 20% del PIB para el año.
“El petróleo en este momento no cubre sus costos de producción, no estamos recibiendo ni un dólar por producirlo”, afirmó Cabello.
El país con las mayores reservas petroleras del mundo obtiene el 96% de sus divisas del crudo, por lo que la caída de los ingresos ha provocado la acumulación de deudas comerciales por unos 12 000 millones de dólares y escasez de productos básicos, además de malestar social.
Según el gobierno, el decreto allanaría acuerdos con el sector privado para reactivar la producción, mientras se transita desde un modelo rentista “agotado”, a uno productivo.
Pero la oposición, el principal gremio de industriales del país y algunos sindicatos lo rechazaron por considerar que abre la puerta a nuevas expropiaciones y establece un “corralito” sobre el devaluado bolívar.
La oposición opina que el gobierno debe revertir el férreo control de precios de productos altamente subsidiados y unificar los tres tipos de cambio de divisas, que conviven con un dólar paralelo 145 veces más alto que la menor tasa oficial.
Con información de AFP.