“En las campañas políticas siempre hay un énfasis por lo nuevo”, se lamentó Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey, en un discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores el 24 de noviembre. “Lo nuevo puede ser maravilloso. Es brillante, es perfecto, está intacto. Pero no ha sido probado”, dijo el gobernador de dos períodos y ex fiscal federal. “Lo nuevo parece fabuloso, hasta que llega el momento en que necesitas experiencia”.
Christie y los candidatos presidenciales republicanos más experimentados esperan que ese momento sea ahora. Rezagados en las encuestas, buscan resurgir después de los ataques en París. La creencia popular sostiene que cuando la seguridad está en riesgo, los votantes gravitan hacia el adulto en la sala, y Christie, Jeb Bush, ex gobernador de Florida, y John Kasich, gobernador de Ohio, están ansiosos de demostrar que son los maduros.
Pero como ha sido el caso tantas veces este año, el electorado estadounidense desafía las expectativas. Los ataques en París claramente están en las mentes de los votantes republicanos. Una encuesta de Boston Globe-Universidad de Suffolk a los republicanos de Nuevo Hampshire halló una gran pluralidad –42 por ciento– que clasificó el terrorismo y la seguridad nacional como el problema No. 1 que enfrenta el país, rebasando por mucho a la respuesta usual: la economía. ¿El problema para los adultos autoproclamados? Los votantes del estado de Granito clasificaron a Donald Trump como el candidato “mejor equipado para manejar la respuesta estadounidense al Estado Islámico”, a pesar de su afirmación no confirmada de que miles de musulmanes en Nueva Jersey vitorearon la caída de las torres gemelas y su controvertido llamado a retomar la tortura con agua. Su racionalización –“incluso si no funciona, la merecen”– parece estar en sintonía con el ánimo beligerante de muchos votantes.
Tres cuartos de los votantes republicanos en Iowa apoyan el envío de tropas de tierra para combatir al Estado Islámico, según una encuesta nueva de CBS News-YouGov. Y 49 por ciento estuvo de acuerdo en que Trump está listo para ser comandante en jefe, sólo detrás de los senadores de un periodo Marco Rubio y Ted Cruz.
“Menos de un periodo en el Senado de Estados Unidos ha demostrado ser una experiencia lamentable, una experiencia lamentable, para la Oficina Oval”, dijo Christie en su discurso de política exterior, un ataque no solo al Presidente Barack Obama sino también a sus rivales republicanos Rubio, Cruz y Rand Paul, senador por Kentucky. Pero son los adultos quienes están lamentablemente rezagados.
Los comentarios de Christie siguen los discursos similares de Bush y Kasich. Como Christie, ellos enfatizaron sus propios currículos y ofrecieron pocas especificidades sobre lo que se necesita para enfrentar al Estado Islámico. Mientras tanto, sus aliados están quedándose atrás de una campaña publicitaria de 2.5 millones de dólares lanzada por el súper comité de acción política a favor de Kasich, New Day for America, atacando a Trump por su falta de experiencia. El mes pasado, incluso contrató un avión para que circunvolara el centro de Convenciones Columbus en Ohio, donde Trump hablaba, mostrando una pancarta que decía: “La gente de Ohio no puede confiar en Trump”.
Hasta ahora, ningún artilugio ha impulsado a los veteranos políticos. La encuesta del Globe tiene a Bush, Kasich y Christie estancados en cifras de un dígito en Nuevo Hampshire, el estado temprano que es una victoria necesaria para los candidatos del sistema. En Iowa, donde el neurocirujano jubilado Ben Carson iba a la cabeza pero ahora va en bajada, es Cruz –un senador con menos de tres años– quien ha crecido, no Bush. Incluso en la seguridad nacional, es la ira, no la capacidad, lo que parece estar manejando la campaña de 2016.