“En serio, estoy escandalizado”, dijo Richard H. Shaw, decano de admisiones de pregrado de Stanford, entrevistado por The New York Times la primavera de 2014. La universidad acababa de recibir 2,138 alumnos de un récord de 42,167 aspirantes para la generación 2018: una tasa de aceptación de 5.07 por ciento. En ese momento, fue la tasa más baja en la historia de la institución y también la más baja del país, superando por segundo año consecutivo a Harvard, poseedora habitual del título.
¿Qué diría Shaw de un programa donde el ingreso es 40 veces más difícil que en Stanford? Hace poco, NASA anunció su nueva convocatoria de astronautas –aceptará solicitudes a partir de diciembre 14 y hasta febrero del año entrante- y su proceso de reclutamiento hace que las universidades más competitivas parezcan absolutamente informales.
La agencia recibió 6,113 solicitudes entre noviembre 13, 2011 y enero 27, 2012, informó Patrick Forrester, astronauta veterano y director asistente de la oficina de astronautas en el Centro Espacial Johnson de Houston. Solo ocho personas –cuatro hombres y cuatro mujeres- fueron seleccionadas, apenas 0.13 por ciento de los aspirantes.
Una vez que los aspirantes reúnen ciertos requisitos mínimos, prosigue Forrester, los panelistas de áreas como biología, aviación y educación reducen aun más el fondo a un total aproximado de 400 candidatos “altamente calificados” y entonces, envían las peticiones de referencias. Luego de otra ronda de recortes, unos 100 a 120 candidatos viajan a Houston para una semana de entrevistas, exámenes médicos y ejercicios para formar equipos. Después, el grupo se reduce a unos 50 miembros, de los cuales solo un puñado se convierte en la siguiente clase de astronautas y se somete a dos años de entrenamiento intensivo. Para la próxima clase, que se anunciará en junio 2017, la agencia necesitará alrededor de 8 a 14 astronautas nuevos, reveló un portavoz de NASA.
“Rechazamos tantos candidatos buenos como los que seleccionamos”, comenta Forrester, quien presentó su solicitud más de una vez antes de conseguir una entrevista. “Aunque hagas todo bien, la tasa de selección es muy baja”. Por otro lado, advierte a los seleccionados, “deben saber que tienen mucha suerte de estar sentados aquí”, dice. “No es momento de ponerse a descansar”.
——
Fuentes: NASA, Stanford, U.S. News & World Report
——
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek