Hace un par de semanas un caso de “sexting” en una escuela
secundaria de Canon City, en Colorado, EE.UU., puso en evidencia la
preocupación de cómo la tecnología puede ayudar a que adolescentes compartan
fotografías de sus desnudos mediante las llamadas aplicaciones fantasma.
En este caso, fueron más de 100 alumnos -de tan sólo 12 años
de edad- los involucrados en una situación que profesores y padres de familia
desconocían por completo.
¿Cómo era posible que sus alumnos e hijos estuvieran
intercambiando explícitas fotos mediante sus celulares sin enterarse?
De acuerdo con la BBC, los menores se tomaban a sí mismos
fotografías y enviaban a sus compañeros mediante aplicaciones fantasma o caballos troyanos, ya que tienen la apariencia de apps normales como una calculadora o
un administrador de música, pero con sólo ingresar una contraseña, se accede a carpetas
secretas en las que se pueden almacenar fotografías y videos a los que sólo
puede acceder el usuario.
Según expertos, estas apps, son conocidas también como aplicaciones bóveda y han ganado popularidad entre los adolescentes
porque evitan que sus padres o tutores accedan a su información privada aunque
les inspeccionen el celular.
La investigación en Canon City arrojó el sorprendente dato
de que entre 300 y 400 fotografías de desnudos estaban ocultas en los teléfonos
de los alumnos.
Según informó el diario The New York Times, al ser un delito
el poseer o distribuir pornografía infantil, algunos de los estudiantes podrían
enfrentar cargos, pero como la mayoría de los implicados son menores de edad,
las autoridades no saben aún de qué manera proceder.
Pero el asunto no se queda sólo en compartir fotografías,
según autoridades, los estudiantes tenían un sistema de votos y puntos, los que
obtenían las fotos de desnudos de los alumnos más deseados, ganaban más puntos.
De acuerdo con esto, investigadores buscan si hay adultos
implicados o si los menores fueron coaccionados.
De caballos troyanos y apps fantasma
Existen en el mercado desde hace al menos tres años y muchas
de ellas son gratuitas.
Entre las populares destacan Secret Calculator Folder Free y
Calculator%, cuya apariencia es de simples calculadoras.
Pero, según expertos, incluso hay apps que cuentan con
archivos secretos dentro de otros archivos secretos, para que resulte más
difícil acceder al material que se quiere ocultar.
“Estas apps son lo que llamamos caballos troyanos,
porque aparentan ser una cosa que no son”, explica Steven Beaty, experto
en ciberseguridad y profesor de computación de la Universidad Metropolitana de
Denver, en Colorado.
“Es muy difícil diferenciar estas apps de aplicaciones
normales”, indica, “los padres deberían fijarse en las aplicaciones que
los teléfonos normalmente ya llevan incluídas, como calculadoras y buscar
aquellas que están duplicadas en los teléfonos de sus hijos”.
Un tip del experto es investigar las aplicaciones
redundantes, pues son las más sospechosas.
Otro consejo del experto en ciberseguridad en que los adultos
controlen las apps que compran sus hijos accediendo a los portales de tiendas
de Apple o Google, ya que allí sí se indica su verdadera función.
“Si se conecta un teléfono a una computadora, tampoco
es posible acceder al contenido de esas apps fantasma, ya que los archivos
permanecen ocultos”, advierte.
“Los padres han de explicarles a sus hijos cuáles son
las ramificaciones de utilizar estas aplicaciones para almacenar cierto tipo de
contenido y las consecuencias que ello puede tener”.
*Con información de www.bbc.com