El partido de la presidenta Cristina Kirchner y su candidato Daniel Scioli, recibieron un duro golpe el domingo tras la elección presidencial que colocó al conservador Mauricio Macri en una segunda vuelta el 22 de noviembre.
Con el 97.17% de las mesas escrutadas, Scioli obtenía 36.86% de los votos y Macri, con su frente Cambiemos, el 34.33%.
“Es el comienzo de una nueva etapa”, destacó Macri este lunes en conferencia de prensa al admitirse “sorprendido y emocionado” por los resultados que lo colocaron a menos de tres puntos de Scioli.
Aunque la mayoría de los sondeos vaticinaban un balotaje entre ambos, el escrutinio puso patas para arriba todos los pronósticos que hablaban de una distancia de al menos ocho puntos entre los candidatos.
“A pesar de que en los números perdió, Cambiemos en realidad ganó, esto puede provocar una ola de votos a favor de Macri”, sostuvo este lunes a la AFP el sociólogo y analista político Ricardo Rouvier, de la consultora homónima.
“El golpe al oficialismo ha sido más fuerte de lo que se esperaba. Ya el balotaje en sí mismo era una derrota para el oficialismo pero nadie creyó que llegara a esta envergadura y la provincia fue un golpe mayor”, añadió.
Argentina finalizará en diciembre doce años de un Kirchner en el poder. Primero fue Néstor Kirchner (2003-2007) y luego su esposa Cristina Kirchner (2007-2015), impedida por la Constitución a un tercer mandato.
Con una inflación extraoficial del 20% al 30%, el país dejó de crecer a tasas del 8% como en épocas doradas de los Kirchner. El consumo aún es alto pero el nivel real de la pobreza es motivo de polémica con la oposición.
Macri, a la caza de votos
Macri se presentó junto a su compañera de fórmula Gabriela Michetti y a María Eugenia Vidal, que venció al jefe de Gabinete de Kirchner, Aníbal Fernández, en la elección a gobernador de la provincia de Buenos Aires que gobierna Scioli desde 2007.
Vidal de 42 años, será desde diciembre la primera gobernadora mujer de ese distrito con casi el 38% del padrón electoral y tradicionalmente bastión del partido Justicialista.
Vidal ganó con 39.49% frente a Aníbal Fernández (35.18%) escrutadas el 96.71% de las mesas en esta provincia del tamaño de Italia, y con casi el 38% del padrón nacional.
“La derrota en la provincia de Buenos Aires tiene un gran valor simbólico, ese clima sin dudas también favorece a Macri”, apuntó Rouvier.
Massa, un exministro de Kirchner que saltó en 2013 a la oposición, prometió desde Tigre, un pintoresco y populoso distrito al norte de la capital del que fue alcalde y diputado, emitir un documento “con responsabilidad” para orientar a sus votantes hacia la segunda vuelta.
De su lado el candidato de izquierda Nicolás del Caño, cuarto más votado con el 3.27% de los sufragios, anticipó este lunes que llamará a sus electores al voto en blanco.
El resto de los candidatos que quedaron fuera de liza, la socialdemócrata Margarita Stolbizar (2.53%) y el peronista opositor Adolfo Rodríguez Saá (1.67%) se llamaron hasta ahora a silencio.
Los Kirchner dominan el sur
La victoria coloca a Máximo, de 38 años, en su primer cargo electivo.
Escrutadas el 96.54% de las mesas de votación, Alicia Kirchner se imponía con el 51,59% de los votos sobre su principal rival en las urnas, Eduardo Costa, candidato del opositor Frente para Vivir Mejor (45.80%) en esta provincia donde no hay balotaje.
Con información de AFP