Tras participar en dos procesos internos, en 2004 y 2010, José Antonio Rojo anunció su intención por contender, nuevamente, por la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura de Hidalgo.
No se ve como “independiente” ni con el impulso de otra fuerza política. Su proyecto lo conforma también su hermano Jorge y lo respaldan, dice, “muchos amigos”, algunos de su abuelo y de su padre, que ha hecho durante 20 años en la función pública y como representante popular.
Al Grupo Huichapan, que forjó su abuelo Javier Rojo Gómez, junto con José Lugo Guerrero, y dominó la escena política estatal de 1936 a 2005, lo ve “fuerte” y “rejuvenecido”, con nuevos cuadros que, anticipó, buscarán, igualmente, candidaturas en 2016.
LA ASPIRACIÓN
Quien quiera ser gobernador, dice José Antonio, actual secretario técnico del Consejo Político de la CNC, “debe tener la visión y el conocimiento del desarrollo del estado”, de sus regiones.
“Tender los puentes de diálogo para que esté unido y pueda caminar hacia adelante, pero sobre todo creo que debe tener un proyecto y yo personalmente lo tengo.
“Los 20 años de trayectoria política en el estado me abren la aspiración de poder llegar a la candidatura del PRI al gobierno del estado”, afirma.
Puntos
¿Muchos tiradores pueden fragmentar al PRI?
Hay incluso menos (aspirantes a la candidatura del PRI) que en otros procesos. Hace 12 años le pusieron los 12 apóstoles, porque eran 12 (los que buscaban la nominación del partido).
Pero al final de cuentas me parece que el número es lo de menos, de lo que se trata es que el partido salga en unidad.
Olvera y Beltrones lo saben
Le compartí al gobernador mi intención de ser candidato. Muy respetuoso me escuchó y me deseó lo mejor, como seguramente se le deseará a los demás, porque él tiene esa formación política.
Con dirigente del partido también ya lo hice y al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI desde hace mucho tiempo que le comenté de mi intención.
Grupo Huichapan: fuerte
Lo veo fuerte, pero muy actual, tenemos muchos jóvenes. Mi aspiración para la candidatura es sui generis. Si llego, tengo también tras de mí, soy un poco punta de lanza, las aspiraciones de muchos que tiene condiciones, que se han preparado y que tienen posibilidades en sus municipios y sus distritos.
Trayectoria de 20 años
No es sólo una aspiración porque un día desperté con la idea de ser gobernador, lo baso en esto y en la seriedad de presentar un trabajo (…)
Fui secretario de Desarrollo Regional a los 27 años y en aquel entonces conseguimos que Hidalgo estuviera en el común nacional de agua potable y de electrificación siendo uno de los estados más pobres del país, y nos pusimos en la media nacional.
Fui secretario de Gobierno a los 31 años y entonces mantuvimos una buena relación con la normal rural del Mexe y logramos que se respetaran las conquistas laborales de los maestros, que año con año venía siendo una complicación para el gobierno, y la parte más importante es que logramos la pacificación del conflicto más importante que ha tenido el estado, que es el de Cinta Larga, que tuvo decesos antes de que llegáramos.
Exigir refinería tuvo costos
Hubo algunas críticas de compañeros de partido (por la exigencia que hizo a Pemex en la Cámara de Diputados por el caso de la refinería bicentenario) que dijeron ‘tenemos que entender que somos del mismo partido y, por lo tanto, tenemos que ser solidarios entre nosotros’. Pero también yo les hice sentir que había una responsabilidad de Pemex (que finalmente absorbió la deuda) con el estado de Hidalgo.
¿La oposición?
Yo, en mi campaña política (para ser diputado federal), les dije en todas las colonias y barrios que no iba a hablar mal de nadie, sino a exponer cuales son mis ideas. Les recomiendo escucharlos a todos. Van a llegar a la urna que es un metro cuadrado de libertad y ahí votar.
Cada quien está en libertad de hacer sus cosas, yo veo a la oposición que hace su esfuerzo y lo hace bien, tengo respeto por ellos.
A Peña Nieto lo conozco de antes
Lo conozco desde ante de que fuera gobernador del Estado de México y nuestra relación es de respeto y afecto. Me conoce, como seguramente conoce a muchos más, pero hay una relación de respeto.
Con Beltrones, relación cercana.
Con el presidente del partido tengo una relación cercana desde hace mucho tiempo, pero sobre todo de afecto. Es un político hecho y derecho, un funcionario público que ha ejercido liderazgo y ha dado resultados. Es un técnico, un economista, un hombre de estado que sabe del país.
El exlegislador asegura saber “qué le duele a Hidalgo, he caminado y recorrido todos sus municipios, casi todos sus caminos –algunos a pie– y también sé de sus potenciales. Quien quiera ser candidato, insisto, debe presentar un proyecto para que el estado deje de ser uno de los más pobres del país para inscribirse de una vez por todas en el desarrollo nacional”.
¿Qué le duele a Hidalgo?
A Hidalgo le duele su pobreza, su marginación de la zona norte. Le duelen sus niños sin zapatos de la región otomí-tepehua; un padre, un joven o una madre acarreando agua para su casa en un palo con dos cubetas en el semidesierto: Cardonal, la zona alta de Ixmiquilpan, Pacula, Zimapán…
Hidalgo tiene en su gente un gran espíritu de salir adelante, tiene zonas con amplio potencial. El reto es tratar de conectar el desarrollo de las zonas que caminan a un buen paso con las que no lo hacen, para que unas no se vuelvan en un lastre y puedan ser el pivote o el pistón de las demás.
¿Ha considerado la vía independiente (sin partido) para contender por la gubernatura?
Yo creo que las condiciones que se han dado en otros estados para el tema de los independientes son muy distintas a las que hay en Hidalgo, pero personalmente no me veo así (como candidato sin partido).
Mis convicciones son ser priísta y espero que el PRI siempre quiera que yo esté en el PRI.
¿Hubo acuerdos en el pasado proceso interno en el que fue precandidato?, ¿qué lo motivó a declinar a favor de Francisco Olvera?
El licenciado Francisco Olvera platicó conmigo, me expresó los apoyos que ya había logrado y lo que pensaba para el estado. Con él hicimos dos compromisos: uno, que hiciera suyo un programa de gobierno –similar al que ahora presentaré, pero éste adecuado a la realidad actual– que con mucho gusto asumió y, segundo, que quienes eran amigos míos y tenían interés de participar iban a ser tomados en cuenta en el proceso.
Las dos cosas se cumplieron. No me senté a negociar posiciones personales, si así hubiera sido seguramente hubiera sido candidato a senador, pero como eso no sucedió yo no puedo decir o reclamar que conmigo había un compromiso. Fueron estos dos, pero no hubo una negociación de carácter personal.
Después de muchas cosas fui candidato a diputado local porque tenía ascendencia en el distrito y porque podía ganar la elección.
Cuando me entregaron (en una reunión en la que estuvo Beatriz Paredes, entonces presidenta del PRI; Miguel Osorio, que era el gobernador, y Francisco Olvera) mi constancia de precandidato, en ese momento le dije al licenciado Olvera que, tal como habíamos quedado, y en cumplimiento a mi palabra, en ese momento iba a declinar a favor de él.
Eso es, en resumen, aquel pasaje.