En un partido donde un reñido primer tiempo, con la ventaja de un gol de Wolfsburgo, marcado en el minuto 27 por el intermedio ítalo-alemán Daniel Caligiuri. El estelar de la noche se encontraba en la banca, apunto de sorprender al mundo, desde el comienzo de la segunda mitad del encuentro.
La llegada de Lewandowski al campo de juego, llegó con la decisión del técnico Pep Guardiola de sacar a Thiago Alcántara para reforzar la ofensiva que no pudo sostenerse en la primera mitad.
Tan sólo a siete minutos de su llegada, en el minuto 52, el polaco empató el partido al rematar un centro de Arturo Vidal que no alcanzó a rematar Thomas Müller, al recibir el centro finiquito con la pierna izquierda, para dejar en claro que el juego estaba a punto de cambiar.
Un minuto después, Lewandoski lo ha vuelto a hacer, ahora el remate lo hace raso y con la pierna derecha, con un pase de Xabi Alonso, que lo centró perfectamente para fusilar desde fuera del área. La gente se estaba volviendo loca.
El tercer gol en el minuto 55, el ataque que comenzó con un centro de Lahm que respondió y fue al poste, pero a la segunda que lo tuvo, no titubeo y dejó al Wolfsburgo con pocas esperanzas de vida.
El Allianz Arena en Múnich se había vuelto un manicomio con un líder aclamado por la gente a gritos “¡Lewandowski!” cuando en el minuto 57 un centro realizado por Douglas Costa posicionado el balón a nueve metros del arco. Y Lewandoski volvió a atacar.
Por último cuando la gente no creía que más goles podían salir de las piernas de Lewandowski, un centro de Mario Götze iba a ser sublimado por Lewandowski con una media chilena.
La victoria marca no sólo el liderazgo provisional de Bayern hasta lo que marquen el miércoles el juego del Borussia-Dortmund contra el Hoffenheim, es también el primer repóker en la Bundesliga desde el 25 de febrero de 1984 cuando Dieter Hoeness lo logró.