Flor Alba Núñez Vargas, periodista de radio de 25 años, fue asesinada el jueves 11 de septiembre antes de entrar al edificio de su emisora en el municipio Pitalito, departamento del Huila. De acuerdo con la la ONG local Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), la joven fue víctima de un ataque por parte de sicarios.
Según los reportes de la FIP, cuando se disponía a ingresar a la emisora donde transmitiría el informativo del mediodía, fue atacada con armas de fuego por “dos hombres que se movilizaban en una motocicleta”.
Núñez Vargas dirigía la estación La Preferida pero también colaboraba con varias televisoras locales, y en fechas recientes había trabajado “temas relacionados con algunos delincuentes capturados”, dijo un jefe de Policía de la zona al canal Caracol Televisión.
La periodista era una conocida activista en contra del narcotráfico, la trata de personas, y la corrupción política. Con anterioridad ya había recibido amenazas de distintos tipos, algunas de muerte, vía Facebook, sobre su cobertura de las elecciones locales, y por publicar la fotografía de una banda criminal acusada de allanamiento de las oficinas municipales.
Las tres hipótesis que se manejan sobre el asesinato tienen que ver con su trabajo como periodista, según la ONG para la Libertad de Prensa.
Las autoridades anunciaron una recompensa de más de 22mil dólares para quien suministre información que pueda facilitar la detención del responsable del asesinato.
Resolver la impunidad
Este lunes, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) solicitó a las autoridades de Colombia una investigación exhaustiva para identificar a los responsables de los fatales ataques en contra de Flor Alba Núñez Vargas. Para así evitar que este tipo de crímenes siga “afectando la libertad de prensa en el país”.
(Con información de AFP y Knight Center U. Texas)