Los
días de la estrella de mar corona de espinas podrían estar contados si un robot
diseñado para matarla es aprobado. Investigadores de la Universidad de Tecnología
de Queensland en Brisbane, Australia, han diseñado el robot autónomo para
atacar esta estrella de mar, la cual carcome los corales y es responsable de la
mitad de la disminución de la formación coralina en la Gran Barrera de Coral.
El COTSbot —COTS es la abreviatura en inglés de “estrella de mar corona de
espinas”— acaba de completar sus primeras pruebas en agua y empezará otra serie
de pruebas ya en la Gran Barrera de Coral posteriormente este mes.
El
COTSbot fue creado por Matthew Dunbabin con software de su colega Feras Dayoub,
de la Facultad de Ciencia y Tecnología. Tiene cámaras estereoscópicas para
darle percepción de profundidad e impulsores para estabilidad, junto con
tecnología y sensores GPS.
El
robot ha sido entrenado con miles de imágenes fijas así como videos para
ayudarle a reconocer apropiadamente su objetivo, usando aprendizaje de máquina
para seguir incorporando información y asegurarse de que elija con certeza la COTS.
El robot está equipado con un “brazo de inyección”; una vez que identifica un
objetivo, inyecta a la estrella de mar destructiva una dosis de sales biliares
que tiene el potencial de matarla.
Cuando
Dunbabin empezó a explorar la idea hace una década, le tomó 20 inyecciones para
matar una COTS. Pero el año pasado investigadores de la Universidad James Cook
en Queensland anunciaron un método infectivo de inyección de dosis única. “Eso
fue el punto de inflexión que abrió las puertas para una solución robótica al
problema de la COTS”, es citado Dunbabin en una entrada noticiosa sobre el
proyecto en el sitio en la red de Queensland. “Combinar esto con los nuevos
avances en aprendizaje de máquinas significó que podíamos convertir al COTSbot
en realidad”.
En
el pasado, buzos humanos tenían que llevar a cabo la tarea de eliminar la COTS,
pero ese método tiene limitaciones. “No hay buzos suficientes para cubrir todos
los puntos de propagación de la COTS a lo largo de la Gran Barrera de Coral”,
dijo Dunbabin. “El COTSbot se convierte en un verdadero multiplicador de fuerza
en el proceso de erradicación cuantos más de ellos se desplieguen”, añadió él.
“Imagine cuánto terreno podrían cubrir los programas con una flotilla de 10 o
100 COTSbots a su disposición, robots que pueden trabajar día y noche y en
cualquier condición climática”.
Cuando
el COTSbot empiece sus pruebas en la gran Barrera de Coral posteriormente este
mes, los humanos tendrán que verificar cada objetivo para asegurarse de que el
robot hace las identificaciones correctas. Si todo sale bien, el plan es
dejarlo operar de forma autónoma para diciembre.