Los científicos y biólogos en la actualidad mantienen la
preocupación por la constante e imparable polución mundial y lo loable es que
muchos han buscado la forma de revertir este proceso.
En México un grupo de científicos del Centro de
Investigación en Materiales Avanzados (Cimav) desarrollan estos métodos de
biotransformación con uso de microorganismos para eliminar contaminantes
inorgánicos del agua como el arsénico.
A través de procesos biológicos se transforman los
contaminantes de su forma tóxica o móvil a una inmóvil o benigna, indicó la
doctora María Antonia Luna Velasco, del Departamento de Medio Ambiente y Energía.
En el caso del arsénico, Luna Velasco añadió que se
inmovilizan del agua a través de su precipitación con sulfuro generado por
microorganismos anaerobios.
El trabajo tiene como propósito obtener una tecnología o un
proceso que se utilice en el campo y sea de fácil implementación, pues se
pretende aplicar para retirar el arsénico presente en aguas contaminadas que
llegan a sitios rurales.
El proceso consiste en hacer pasar el flujo de agua
contaminada por barreras biorreactivas tipo cama, las cuales contienen hierro
elemental y microorganismos de cultivos anaerobios mixtos, detalló la
investigadora.
“En este procedimiento alimentamos los microorganismos con
sulfato, y lo que hacen es tomarlo y transformarlo en sulfuro, tomando energía
del hierro. El sulfuro tiene un olor característico a huevo en descomposición.
Pero, en este caso, el sulfuro reacciona con el arsénico”, explicó a la Agencia
Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
En estos procesos de biotransformación se realiza una
conversión de los contaminantes en condiciones ambientalmente seguras gracias a
la intervención de microorganismos, dijo la doctora en Biotecnología por el
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto
Politécnico Nacional (IPN).
Ya no talles tu ropa,
¡que las bacterias lo hagan!
La iniciativa en la innovación también entusiasma a jóvenes,
y muestra de ellos son dos alumnas mexicanas Valeria Cruz, de Ingeniería
Química en la Universidad Nacional Autónoma de México, y Paulina Mar, de la
carrera de Negocios Internacionales en el IPN.
Las estudiantes unieron sus conocimientos de química y
marketing para modificar una bacteria patentada por la UNAM, pero que
únicamente es utilizada en metales. En el proyecto de las alumnas, la bacteria
se encuentra en un líquido que se rocía en la ropa con un aerosol y su producto
no hace espuma como los detergentes comunes.
La pareja de alumnas ganaron el primer lugar nacional y el
segundo en América Latina de la Octava Edición del Henkel Innovation Challenge,
por su proyecto “Nuevo Sistema de Lavado de Ropa por Bacterias”, el cual ha
interesado a una empresa para comercializarlo en cinco años.
También limpian
derrames de petróleo
El microorganismo, llamado Lysinibacillus sphaericus, capaz
de matar mosquitos Anopheles, Aedes y Culex, transmisores del dengue y el
chikungunya, también ‘come’ petróleo y limpia el agua y el suelo contaminados.
El microorganismo, visto al microscopio, parece un caramelo
esférico con un pequeño palito, es el consentido del Centro de Investigaciones
Microbiológicas (Cimic) de la privada Universidad de Los Andes de Bogotá que lo
cultiva como un mecanismo para eliminar la polución de crudo.
El microbio ya es utilizado en campos petroleros. “Empezamos
en la década de 1990 a estudiar la bacteria y llevamos tres años aplicándola en
campo con industrias petroleras, con muy buenos resultados”, dijo Jenny Dussan,
directora del Cimic.
Esta bacteria puede acumular hidrocarburos y metales pesados
gracias a que tiene en su cubierta una proteína que parece una cubeta de
huevos. “Es como si tuviera puesto un abrigo con huecos” , explicó la
investigadora a una agencia en 2014.
Y hasta plástico en
el mar
Bacterias microscópicas parecen estar biodegradando
toneladas de desechos que flotan en el mar, según un estudio de oceanógrafos de
la University of Western Australia publicado en la revista Plos One.
Los científicos analizaron más de 1000 imágenes de desechos
frente a las costas de Australia y documentaron por primera vez las comunidades
biológicas que viven en estas pequeñas partículas de deshechos, conocidas como
microplásticos.
Parece que la biodegradación del plástico está ocurriendo en
el mar”, explicó Julia Reisser, una de las responsables del estudio.
“Estoy entusiasmada porque los microbios ‘comeplásticos’ podrían ser una
solución para mejorar los sistemas de tratamiento de basuras en el
continente”, aseguró.
Aunque ya se había observado la existencia de microbios que
comen plástico en los vertederos, el estudio pone de relieve que sus
equivalentes en el mar podrían ser igual de eficaces.
Los microbios terrestres necesitan agua para crecer y el
proceso es muy caro. Pero los microorganismos marinos crecen en agua salada y
podrían ser una manera más barata” de reducir los vertederos, asegura
Reisser.
No se puede resarcir
cientos de años de contaminación
A pesar de las formas que la humanidad idee para resarcir el
daño que le hacemos al planeta, no podremos hacer grandes cambios si no dejamos
de disminuirlo.
3 millones de muertes y una cuarta parte de las enfermedades son causadas por
factores ambientales, como la contaminación del agua, el aire y la tierra.
“La contaminación es la primera causa de muerte en
países de ingreso medio y bajo. Quiénes más la sufren son las mujeres y niños
que viven en la pobreza”, explicó en mayo de este año el relator especial
de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el manejo de Substancias y
Residuos Peligrosos, Baskut Tuncak, en la Asamblea Mundial de la Salud, llevada a cabo hace unos meses en Ginebra.