Walmart, la mayor cadena de tiendas minoristas del mundo, dijo este jueves que no volverá a vender AR-15 y otras armas semiautomáticas a causa del descenso de la demanda, y que se centrará en cambio en pistolas y rifles.
El portavoz Kory Lundberg confirmó este cambio cuando Estados Unidos aún está recuperándose de otro ataque de alto impacto: el asesinato de dos periodistas de televisión que hacían una entrevista en vivo en el estado de Virigina, en la costa este.
Lundberg indicó que la compañía había tomado esta decisión en la primavera (boreal). “Tomamos la decisión de no traer más esos productos y de centrarnos en otras armas de caza y deportivas, como pistolas y rifles, en función de la demanda de los consumidores”, dijo.
“Las (armas semiautomáticas) que quedan todavía en las tiendas, las retiraremos la semana que viene o la siguiente, cuando los locales pasen de la colección de verano a la de otoño”, explicó.
Dolor por asesinato de periodistas
Muestras de dolor y tributos en honor a dos periodistas asesinados a manos de un excolega que luego se suicidó, tuvieron lugar este jueves en Estados Unidos, mientras el tema del control de armas volvía al primer plano.
La reportera Alison Parker, de 24 años, y el camarógrafo Adam Ward, de 27, fueron ultimados el miércoles a tiros por Vester Lee Flanagan mientras realizaban una entrevista en vivo para el canal WDBJ, afiliado a CBS en Roanoke, Virginia, unos 385 km al sureste de Washington.
Flanagan, de 41 años y raza negra, había trabajado para WDBJ hasta su despido en 2013, “tras varios incidentes que hicieron aflorar su ira”, dijo el gerente del canal, Jeffrey Marks.
El personal de la cadena de televisión observó este jueves un momento de silencio al cumplirse 24 horas exactas de los asesinatos. “Con el tiempo, nos repondremos”, dijo la compungida presentadora del noticiero, Kimberly McBroon, tomada de la mano con dos colegas.
Afuera de las puertas del canal, las personas rendían honor a los dos periodistas muertos colocando ramos de flores y atando globos a un árbol, junto con dos cintas negras en señal de luto.
Control de armas
Familiares, amigos y toda la comunidad lloraba las muertes, que renovaron las exhortaciones a limitar el acceso a las armas de fuego en Estados Unidos. Una vez más el recurrente tema de la violencia quedó sobre el tapete. Al parecer Flanagan compró el arma en forma legal.
“Me destroza el corazón que pase algo como esto”, dijo el presidente Barack Obama a WPVI, estación local de la cadena ABC en Filadelfia. “Lo que sabemos es que quienes mueren en incidentes relacionados con armas de fuego son muchos más que las víctimas del terrorismo”, recordó.
La Casa Blanca llamó nuevamente al Congreso a legislar sobre la venta y utilización de armas de fuego.
“Debemos actuar para detener la violencia con armas de fuego, no podemos esperar más”, escribió por su parte la candidata demócrata Hillary Clinton en Twitter.
Pero las esperanzas son pocas desde que el Congreso se convirtiera, en noviembre de 2014, mayormente republicano y hostil a cualquier regulación del acceso a las armas, cuya posesión esta autorizada por la segunda enmienda de la Constitución estadounidense.
Andy Parker, padre de Alison, lanzó tras los asesinatos un dolido llamado para controlar las armas.
“Debemos hacer algo respecto a la gente loca que accede a armas”, dijo a Fox News, prometiendo “hacer todo lo que sea posible (…) para hacer adoptar una legislación sobre las armas de fuego” y “llenar los vacíos legales y la verificación de los antecedentes” del comprador.
Por su parte Walmart, la mayor cadena de tiendas minoristas del mundo, dijo este jueves que no volverá a vender AR-15 y otras armas semiautomáticas a causa del descenso de la demanda, y que se centrará en cambio en pistolas y rifles.
Para el turbulento candidato republicano Donald Trump, el problema no está en las armas, sino en las enfermedades mentales. “Deberían concentrarse en eso (la salud mental) más que en las armas” porque “hay mucho que hacer”, dijo Trump.
(Con información de AFP)