Bono Vox, el vocalista de U2, escucha accidentalmente una canción de un grupo mexicano llamado Los Ángeles de Acero, y decide hacer un cover. Pero la banda ya no existe, sus integrantes tienen más de cincuenta años y la vida los ha separado. La reunión de esa banda a partir de este evento es la trama de la nueva película del cineasta Gustavo Moheno (Ciudad de México, 1973), quien con Eddie Reynolds y Los Ángeles de Acero da continuidad a la carrera que inició el año 2007 con Hasta el viento tiene miedo.
Protagonizada por Demián Alcazar, Moheno apuesta por una comedia de amistad, nostalgia y la posibilidad de una segunda oportunidad en la vida de cuatro hombres. En vísperas del estreno, charlamos con él.
—¿Por qué filmar una película de una banda de rock que regresa y cuyos integrantes tienen cincuenta años?
—Es un guion de Carlos Enderle que me enganchó emocionalmente porque me hizo recordar mi época como reportero de espectáculos —yo empecé igual que tú, a principios de la década de 1990, y nos tocó el final del “rock en tu idioma”, todavía existía Rockotitlán, y fue la época en que regresaron los conciertos masivos— y me enganchó por ese lado, porque entrevisté a muchas bandas que grababan un disco y no volvías a saber de ellos. Entonces, era la oportunidad de contar la historia de una banda que pudo haber estado en ese momento, que se la comió el tiempo, y ver qué había pasado treinta años después con ellos.
—¿Se necesita ser rockero para filmar una película de una banda de nostálgicos?
—Pues no mucho, en mi caso no soy realmente un rockero. Me gusta mucho el rock clásico, yo me quedé con The Who, Pink Floyd, The Rolling Stones, soy de los que todavía ponen Radio Universal y escuchan música ochentera. Cuando digo que de las bandas más recientes me gusta The Killers, la gente me hace burla porque no es una banda nueva.
—Una alusión personal, una línea de The Inception, que tiene que ver con el concepto de tu película: “Come back… so we can be young men together again…”
—Exacto. Si pudiéramos definir de qué se trata la película es justamente de eso, un grupo de personas que estuvieron muy unidas en algún momento y que la vida los separó por distintas circunstancias y justamente reciben como este llamado divino, mágico, de Bono, y eso provoca que tengan de nuevo la oportunidad de volver a ser jóvenes otra vez y retomar la pasión por la música.
—La última vez que te sentiste joven…
—Me siento muy joven todos los días, pero la última vez que me sentí muy joven, anoche, que tuvimos una función de la película en la infame Estela de Luz, y la verdad fue una de las funciones más emotivas que ha habido de la película… Hubo dos niños en la audiencia que se me acercaron para que les firmara un póster, y me dijeron que les había gustado mucho. Y como la cinta no está pensada para los niños, me fascinó ver su entusiasmo.
—El último concierto de rock al que asististe…
—Uno de Austin TV, en el Plaza Condesa, hace dos años. Filmábamos la película y necesitaba escenas de gente en un concierto real, y nos dieron oportunidad de filmar su concierto.
—El último gran rockstar,vivo o muerto…
—Para mí es Mick Jagger, me parece que es inmortal. Lo ves y tiene todavía una energía impresionante, es septuagenario y ahí está todavía en el escenario como el sueño de muchas estrellas de rock.
—El último rockstar de la política en México…
—¿Rockstars en la política? Los rockstars son queridos… los políticos en este país, no. No, creo que no hay ninguno.
—¿Y a escala internacional?
—Barack Obama, es un rockstar sin duda.
—La última vez que una canción de rock te conmovió o hizo llorar…
—No sé por qué exactamente, pero “Wild Horses” me hace llorar. “Ruby Tuesday” también.
—El último disco que compraste…
—Físicamente quién sabe porque ya ni se venden y los viniles son para fetichistas. Pero el último disco que compré, vía iTunes, fue el de una niña soprano, Jackie Evancho. La vi en un entrevista en CNN y me sorprendió cómo cantaba.
—La última vez que creíste que este país tenía esperanza…
—En 2006 creí que había esperanza con el movimiento que se desató a partir de esas elecciones. pero después de eso la he perdido, no del todo, pero creo que hemos tocado fondo.