Luego de negarse a revelar la ubicación de antiguos artefactos de la época romana, el profesor Khaled al-Asaad, querido y respetado entre colegas, fue ejecutado públicamente en la plaza central de Palmira, a manos del EI.
De acuerdo con The Wall Street Journal, el Estado Islámico controla la ciudad siria de Palmira desde mayo. El grupo capturó y tuvo como prisionero a Khaled al-Asaadd por más de un mes antes de decapitarlo enfrente de una multitud, y colgar su cuerpo en una columna romana de la zona histórica, el 18 de agosto. La ejecución se dió luego de que el experto se negara a llevar a sus captores a un sitio de ruinas que el EI planeaba destruir.
Los combatientes del Estado Islámico ya han perpetrado ataques en contra de sitios históricos y museos como parte de su doctrina extrema. En febrero arremetieron en contra del Museo Mosul, en Irak, y en junio un par de santuarios en Palmyra también fueron el blanco de ataques violentos.
Khaled al-Asaad, de 82 años, era director general del museo Palmira, uno de los más importantes de historia en Siria, y dedicó su vida a estudiar y preservar artefactos considerados tesoros de una de las civilizaciones más antiguas del mundo. La ciudad de Palmira, en la zona centro del territorio sirio, alberga las ruinas de dicha civilización que tuvo su auge entre durante el siglo I y II, y desde 1980 es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El profesor al-Asaad es respetado uno de los arqueólogos clave en la documentación de la historia de Siria.
(Con información de The Guardian)