Tras la
conferencia de este lunes en que el mandatario veracruzano Javier Duarte de
Ochoa admitiera que la deuda de la entidad que asciende a los 44 mil 470 millones 800 mil
pesos el diputado federal electo, Miguel Ángel Yunes convocó a rueda
de prensa, donde aseguró que en realidad la deuda pública del estado ronda los 100 mil millones de pesos.
El gobernador
explicó que la deuda pública reportada en 44 mil 470.8 millones de pesos, que
incluye al estado y los municipio, es de conocimiento público y fue debidamente
autorizada por el Congreso del Estado, sin embargo reconoció que el gobierno
estatal tiene un adeudo no dado a conocer, pues “el monto de estos pasivos
varía día a día, ya que repito, todos los días se contrata algo y todos los
días se paga algo”.
A pesar
de que el mandatario dijera que durante su administración, “lo único que se ha
solicitado ha sido la reestructuración
de la deuda que ya existía, reconociendo los pasivos de la
administración pasada al convertirlos en deuda pública de largo plazo”, de
acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al comienzo de su
administración, en diciembre de 2010, la deuda estatal era
de 21 mil 874 millones de pesos, sin contar los pasivos circulantes que incluyen
contratación de diferentes servicios, proveeduría y construcción de
infraestructura.
Según Duarte
“sería irresponsable no contratar deuda pública”, pues explicó, el desarrollo, crecimiento
económico y bienestar de una entidad, dependen de ésta para poder efectuar obra
pública y cumplir con programas sociales.
Miguel Ángel
Yunes, diputado federal electo y contendiente en las últimas elecciones a
gobernador en el estado, respondió a las declaraciones de Duarte con una
conferencia de prensa propia, donde dijo que “Veracruz es un barco que se
hunde, el dinero público, millones, se fueron por la cañería de la corrupción”.
Según las
cuentas de el excandidato, la deuda estatal crece diariamente 26 millones de
pesos con los pasivos contratados durante la administración duartista y sus
diferentes esquemas de reestructuración.
Por su
parte, Duarte comentó que “dando cifras que no tienen ningún sustento lo único
que demuestran es su desconocimiento en la materia o su interés en un
posicionamiento político a costa de desprestigiar a las instituciones del
estado”.
(Con información de Proceso y En la butaca)