Los padecimientos por consumo de grasas trans aumentan día con día. El más reciente estudio, publicado este miércoles en PLOS One, señala que existe una relación directa entre el consumo de alimentos con altos contenidos de grasas trans y la deficiencia en la memoria.
Las grasas trans son ácidos grasos insaturados que pasan por un proceso de hidrogenación para solidificar aceites vegetales. Se hallan principalmente en los alimentos procesados como la comida chatarra, la pastelería comercial, las palomitas de maíz y la comida frita. No solo carecen de valor nutricional, sino que son responsables de incrementar los niveles de colesterol malo en la sangre y, en consecuencia, son causantes de padecimientos cardiovasculares, obesidad, depresión y diabetes tipo II. Hasta ahora no se tenía evidencia clara de que también afectara el aspecto cognitivo, pero el último estudio lo comprueba, al menos en el espectro de la memoria.
Los resultados del estudio, realizado en 694 hombres mayores de 20 años, señalan que el grupo menor de 45 años de edad, cuya dieta era la más alta en grasas trans, tuvo mayor dificultad para memorizar palabras en la prueba aplicada; hasta 12 palabras menos que los demás.
De acuerdo con los investigadores, esta afectación cognitiva esté probablemente ligada al llamado estrés oxidativo, que en otras palabras es un desequilibrio entre la producción de radicales libres en el cuerpo y la capacidad de éste de contratacarlos para disminuir el daño. Los radicales libres se producen en el cuerpo humano como resultado de factores externos como la contaminación, el humo de cigarro y algunos alimentos —en especial aquellos que contienen grasas trans—. Con el paso del tiempo, la acumulación de estos radicales genera daño a nivel celular.
Adiós a las grasas trans
Tras peticiones de ciudadanos comunes y reportes de un panel de científicos, la FDA (Agencia de alimentos y medicamentos en Estados Unidos) anunció este martes la aprobación de nuevas regulaciones que suponen la eliminación del aceite parcialmente hidrogenado (principal fuente de grasas trans) como ingrediente en productos de supermercado. Después de al menos una década de evidencia contundente, la agencia ha declarado que este aceite no es apto para consumo humano, y que por tanto deberá ser suprimido de la fabricación de alimentos, a más tardar en tres años.
Una vez puesta en marcha la nueva reglamentación, el 18 de junio de 2018, ningún fabricante de comida procesada podrá utilizar aceite parcialmente hidrogenado a no ser que solicite autorización especial de la FDA.
“Esta acción pretende reducir las enfermedades coronarias y con ello prevenir miles de infartos cardíacos cada año”, aseguró Stephen Ostroff, comisionado de la instancia.
En Estados Unidos las enfermedades relacionadas al corazón son la causa de una de cada tres muertes. Se estima que cada 60 segundos fallece una persona como consecuencia de este tipo de padecimientos; más mortalidad que todos los tipos de cáncer juntos.
México no se queda atrás en la estadística, ya que las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en el país, cobrando la vida de 289 personas cada día en promedio. Aunque los padecimientos cardiacos no discriminan por edad, las personas con obesidad, diabéticos, fumadores y sedentarios corren más riesgos de sufrir las consecuencias. Pese a esto, no existe ninguna regulación con respecto al uso de grasas trans en los alimentos procesados.
Por otro lado, Argentina se volvió líder continental en diciembre del año pasado, al prohibir los alimentos procesados con grasas trans en todo su territorio. En el resto del mundo solo Suiza y Dinamarca cuentan con normas en esta materia.