Estados Unidos manifestó el miércoles su preocupación por las consecuencias de las propuestas de la Comisión Europea de reformar las reglas de importación de transgénicos para facilitar su ingreso a la UE, que daría la posibilidad a los Estados de prohibir su uso.
El representante de Estados Unidos para el Comercio Internacional (USTR) Michael Froman señaló en un comunicado su “decepción” por la nueva propuesta.
“Estamos muy decepcionados por el anuncio de hoy (miércoles) de una propuesta de regulación que parece difícil de conciliar con las obligaciones internacionales de la Unión Europea”, indicó.
“Además, dividir a la UE en 28 mercados separados para la circulación de algunos productos parece contrario con su objetivo de profundizar el mercado interno”, añadió.
La reforma propuesta mantendría el sistema actual que obliga a la Comisión a abrir el territorio europeo a la importación de organismos genéticamente modificados (OGM), si recibe el aval de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y si no hay una mayoría de Estados miembros para bloquear la decisión.
Este método, con el que se deja libertad a los países miembro, es el que ya aprobó el bloque para el cultivo de transgénicos, adoptado en enero por el Parlamento Europeo.
“En un momento en el que Estados Unidos y la Unión Europea trabajan para crear más oportunidades para el crecimiento y el empleo mediante la asociación de comercio transatlántico e inversiones (TTIP, por su sigla en inglés) proponer este tipo de medica comercial restrictiva no es constructivo”, dijo Froman.
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