La muerte de al menos 500 árboles en el Parque Industrial de Atitalaquia, y que por lo mismo ahora serán talados, es una clara muestra del efecto tóxico y dañino que provocó la explosión de sustancias químicas en la empresa ATC el 7 de abril del 2013, consideró Marco Antonio Moreno Gaytán, dirigente de la Sociedad Ecologista Hidalguense.
El activista demandó que se haga pública la sanción impuesta por el gobierno estatal a esa empresa porque “tal parece que buscan cumplir con medidas de remediación para estar en posibilidades de abrir de nueva cuenta sus puertas”.
Su abierta disposición de talar los árboles dañados para evitar que se haga evidente la toxicidad de los productos que hace dos años volatizaron, muestra que está cumpliendo tal vez medidas correctivas por parte de las autoridades, acotó Moreno Gaytán, quien dijo que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la dependencia homóloga estatal han buscado ocultar las sanciones o medidas de remediación impuestas a la empresa que provocó un estado de sitio químico por la alta toxicidad de las sustancias que utilizaba en sus procesos.
Moreno señaló que ninguna autoridad debe brindar algún permiso para que ATC –empresa filial de Velsimex– tenga alguna oportunidad de abrir sus puertas nuevamente.
El activista ambiental dijo que el daño causado en la zona es irreversible, pues quedaron esparcidos productos químicos que, por su naturaleza, son dañinos a la salud humana y más aún cuando se mezclan con otros productos igual de tóxicos a temperaturas como las alcanzadas el día del incidente.
Marco Antonio Moreno planteó que el hecho de que hayan muerto 500 árboles es representativo de lo que esperan los habitantes de esta región.