El Tribunal Supremo británico dio este jueves la razón al diario The Guardian y autorizó que se hagan públicas las cartas del príncipe Carlos al gobierno, un golpe al futuro monarca y al ejecutivo.
La corte, con el voto favorable de 5 jueces y en contra de 2, desestimó la demanda del gobierno, a través del fiscal general, de impedir la publicación de estos textos que podrían revelar que el príncipe interfirió en asuntos gubernamentales.
La Casa Real publicó un comunicado en el mostró su “decepción porque no se haya respetado el principio de privacidad” del Príncipe.
El veto del fiscal general había bloqueado una decisión judicial favorable a la publicación, algo que la Corte Suprema no aceptó, diciendo que “la decisión de un órgano judicial debe ser final y vinculante y no susceptible de ser revocada”.
Las notas de la discordia fueron enviadas a siete departamentos del gobierno entre 2004 y 2005 y reflejan, según el fiscal general, Dominic Grieve, “los puntos de vista y convicciones más profundamente arraigadas” del príncipe.
Tampoco el primer ministro David Cameron compartió la decisión de la Corte