Más que un trabajo, el arte circense es un
estilo de vida, el cuerpo es la principal herramienta del actor, y en esa
búsqueda encontré el circo, “una compañía de arte circense se vuelve tu
familia porque el trabajo es algo que se disfruta día a día; la alimentación
forma parte de una disciplina, comer de todo no es malo, pero es indispensable
procurar una dieta balanceada, ya que el esfuerzo que se requiere demanda
bastante energía”, comenta en entrevista el actor y director Jorge Díaz
Mendoza.
“Normalmente, dentro de un proceso de
formación como actor, una de las necesidades es el entrenamiento físico, por
ello es necesario practicar de tres a cuatro horas al día cada técnica circense
como malabares, monociclo, trapecio, mástil chino y cuerda floja. Los ensayos
requieren más tiempo, pero depende de las actividades a realizar”.
El actor fue becario del Fondo Nacional para
la Cultura y las Artes (FONCA) en el rubro de Creadores Escénicos durante 2014;
estudió la licenciatura en Literatura Dramática, así como Teatro y Pedagogía en
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El también maestro cuenta
con una formación en zancos, acrobacia, esgrima, lucha escénica, teatro de
calle, clown, artes circenses: trapecio fijo, mástil chino, pulsadas, cuerda y
telas con maestros mexicanos y extranjeros, algunos del Cirque du Soleil.
Asimismo, ha participado en la octava y novena edición del Festival
Internacional de Pantomima Circo y Clown y ha sido codirector general y
artístico de Tránsito Cinco S.C., además de ser maestro en la Universidad
Tecnológica de Nezahualcóyotl, Centro Nacional de las Artes, Casa de Artes y
Centro de las Artes Santa Úrsula. Aunque no todo ha sido sencillo en la carrera
de este destacado artista, ha tenido dos operaciones en la rodilla y el arte
circense le ha servido para su rehabilitación física y emocional.
Con respecto a la tradición del circo en
nuestro país considera, que en estos momentos México tiene una gran tradición
“donde los procesos de enseñanza-aprendizaje han salido de las carpas, hay
muchos jóvenes interesados en formarse como artistas circenses es importante
formalizar la educación y generar escuelas con una perspectiva pedagógica
enfocada en una profesionalización, aparte de la creación de festivales,
encuentros, apoyos y espacios de presentación, ya que esto contribuiría de
manera importante el crecimiento y calidad de las artes circenses en nuestro
país, como en Canadá o Rusia donde hay escuelas a nivel licenciatura”,
comenta.
Al ser cuestionado sobre el futuro de estas
agrupaciones, aseguró que crecerán en la medida que las instituciones
culturales abran espacios, por supuesto deberá existir una política nacional a
favor de un crecimiento para el arte circense, dar a conocer el trabajo de
artistas independientes no solo en el Distrito Federal, sino en todos los
rincones de la República Mexicana y el resto del mundo.
Respecto del arte circense en toda la
república, “lo ideal sería crear una escuela nacional de circo como en
otros países, urge una institucionalización de la enseñanza para las artes
circenses, no podemos quedarnos rezagados, al contrario, formar encuentros,
proyectos que fortalezcan el gran talento y no dejarlo pasar inadvertido”.
A pesar de que hay intérpretes individuales
con gran calidad, además de compañías con muy buena trayectoria como Cirko de
Mente, Casa de Artes, Circo Contemporáneo, Curioso Circo y Cabaret Capricho,
precisó que “hay muchísimo talento, pero es importante que se conjuguen
compañías, lo cual se logrará en la medida que den cabida a más espacios para
presentarse, porque para el circo contemporáneo hay muy pocas oportunidades.
Hay muchos espacios de formación, pero pocos lugares para presentarse, y eso es
fundamental para crecer como creadores”.
La importancia de la formación de públicos
desde temprana edad es fundamental, “los niños cuando crezcan apreciarán y
disfrutarán la magia del circo. Se tiene la creencia de que solo es para ellos,
pero en realidad la magia de las artes circenses cautivan a todo público, ya
que tiene la capacidad de asombrarnos y rompe con los límites de lo (im)posible”.
Para él, la ciudad de México ha cambiado
mucho desde que era niño, “las distancias, los tiempos, los espacios
urbanos y la tecnología transformaron mis actividades, la mancha urbana ha
consumido y sigue consumiendo los pulmones de nuestra ciudad, los juegos de los
niños ya no son los mismos, la inseguridad es otro problema que nos aísla y nos
limita en esta enorme urbe”.
Desde su punto de vista, la compañía
mexicana Tránsito Cinco S.C. y Organización Efímera buscan crear espectáculos
multidisciplinarios donde se fusionen varias habilidades, porque “ahora ya es
un requisito que las compañías estén más preparadas y no solo abarquen un área.
El ejecutante necesita tener más herramientas, los bailarines actúan y los
músicos no solo tocan, sino también participan en la historia”.
Hace ocho años la compañía
multidisciplinaria Tránsito Cinco inició su travesía para ofrecer al público, a
través del teatro, la danza, la música y, por supuesto, el circo -siendo este
su columna vertebral-, el recuento de historias que sorprendan con una reflexión
en cada propuesta escénica.
Y relata: “En 2013, cuando la compañía
participó en el Festival Internacional de Teatro de Calle Zacatecas, empezó a
llover durante la presentación y poco a poco el torrencial fue incrementando,
ellos sabían que la función tenía que continuar, aunque fue muy caótico
adaptarse a las condiciones, la gente esperó atenta a ver la función. Una de
las satisfacciones como director e intérprete es ver la reacción en cada
persona para no renunciar ante lo sucedido. A veces los montajes no son los
idóneos para presentar el espectáculo, resolver en el teatro es una herramienta
que debemos traspasar; una función siempre es distinta y aprendes a pasar esos
obstáculos”.
Cirkunia surge por la necesidad de crear un
intercambio cultural en las artes circenses, propuesta creada por Jorge Díaz y
Rob Tannion, director y coreógrafo de musicales, innovador del circo en
distintas partes del mundo como Hong Kong, Australia, Reino Unido, España,
Bulgaria y Canadá. El nombre surgió “en otra obra de Tránsito Cinco
llamada ‘Viajeros sin doble fondo en la maleta’, donde uno de los personajes es
un espía que ha viajado a varios países y ciudades, colecciona objetos de cada
uno de estos sitios. Fue entonces que pensé cómo sería una de estas ciudades
que podría ser una ciudad espejo y así surgió Cirkunia, aprender a vivir en una
metrópoli, con el tráfico, la explotación laboral, la reducción de espacios
verdes y que a todos nos incumbe”.
Durante el proceso escénico, afirma, lo
complicado fue juntar al equipo, la creación fue hecha con y para los
integrantes, “digamos que la receta se creó con los ingredientes que
teníamos, Rob Tannion moldeó y le dio una personalidad a Cirkunia”, que se
presenta todos los sábados y domingos a la una de la tarde en el Teatro Julio
Castillo del Centro Cultural del Bosque hasta el 29 de marzo. En este montaje
participan Ohtocani Álvarez, Mercurio Amaro, Raúl Cañas, Tania Cervantes, Jorge
Díaz, Cynthia Fernández, Jessica González, Valeria Jáuregui y Jesús Netzahuatl.
“Como creador, siempre estás
descubriendo sensaciones, emociones, imágenes y cada proyecto aporta ideas e
inquietudes para la próxima aventura. Cualquier montaje está lleno de retos,
creo que uno de los mayores es seguir sorprendiéndome, imaginar, soñar y las
ganas de compartirlo”.
Existen algunas fechas para presentarse en
diferentes estados, pero un objetivo importante es llevar esta obra al
extranjero. El arte y belleza de este montaje son una manera de acercar los
problemas que le competen a la sociedad a la gente, buscar que los espectadores
encuentren las respuestas dentro de sí mismos y sean capaces de hacerse
preguntas sobre su condición humana.