Con 27 años de edad y una hija de 8 años, Azucena, como pide ser llamada, es una mujer tabasqueña, de origen humilde, que a los 18 años creyó que venía al centro del país a trabajar, a mejorar su futuro.
Sin embargo, la realidad que vivió no tiene nada que ver con lo que imaginaba. Luego de arribar a la Ciudad de México, fue obligada a trabajar en un prostíbulo de carretera –rumbo a Pachuca–, forzada por Javier, su entonces pareja sentimental, a quien conoció en un café del Distrito Federal.
Ella, de piel morena y ojos negros, encarna la historia de miles de mujeres y niñas que son traficadas por los grupos delictivos dedicados a la trata de personas con fines de explotación sexual, una forma actual de esclavitud.
Azucena recuerda que su “príncipe azul”, con quien procreó a una hija, la obligaba a mantener hasta 15 encuentros sexuales con hombres por noche en un prostíbulo ubicado a menos de 15 minutos de Tizayuca, actividad que desarrolló por cinco años, hasta que logró recuperar su libertad luego de que el lenón fuera asesinado en el Estado de México.
De acuerdo con la activista Rosi Orozco, especialista en el tema, Hidalgo es una de las entidades de origen, destino y paso para las personas que sufren trata. En esta situación se encuentran Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Edomex y parte de Veracruz.
Las víctimas de este delito, como Azucena, son mujeres de entre los 15 y los 24 años, principalmente.
La exlegisladora señala que el enamoramiento es la principal forma de operación de los lenones, quienes aprovechan de la falta de recursos, sueños o situaciones de violencia que viven algunas mujeres para obligarlas a prostituirse.
El año pasado, la delegación en Hidalgo del Instituto Nacional de Migración (INM) realizó cuatro denuncias por trata ante la Procuraduría General de la República.
Víctor Kanán Huebe, encargado de la dependencia, asegura que en ninguno de los casos estuvieron involucrados en las averiguaciones previas los centros nocturnos. Las víctimas pudieron ser obligadas a trabajar en domicilios.
Durante 2014, el instituto realizó 25 operativos en tugurios de Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Pachuca, Mineral de la Reforma y Tula de Allende, con apoyo de los ayuntamientos. No se realizaron detenciones porque no hubo denuncias.
Pese a los constantes señalamientos que a través de redes sociales realizan habitantes de municipios limítrofes con Tlaxcala y Estado de México, Kanan asegura que el INM no ha detectado casos en las fronteras de la entidad.
En 2014, la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) inició cinco averiguaciones previas por trata; por ellas, dos presuntos lenones fueron consignados; en tanto, tres procesos se encuentran en fase de investigación.