En la feria de tecnología Consumer Electronics Show 2015, celebrada a principios de enero en Las Vegas, me paré en el centro de un círculo de cámaras y permanecí completamente inmóvil durante 12 segundos. Minutos después, una computadora conectada con un quiosco produjo una representación 3D casi perfecta de su servidor; tal vez demasiado realista, pues incluso noté que la postura reflejaba mi incomodidad de ser transformado en estatua. En breve, la compañía creadora del aparato (Shapify, de Artec Group) forjó esa imagen en una miniatura y así fue como obtuve mi propio “Shapie”.
Al principio la idea de ser esculpido me pareció un poco ridícula, pero el entusiasmo de los visitantes del quiosco de Artec y el rápido crecimiento de la empresa –que ahora tiene establecimientos de escaneo en 25 países- revelan un verdadero deseo por el servicio. El propio presidente Barack Obama pidió que le hicieran un busto en diciembre.
Desde medicina hasta moda, el escaneo 3D tiene aplicaciones en muchos otros campos. Un creciente número de cirujanos plásticos y otros especialistas utilizan escáneres para planificar procedimientos y cirugías; y una firma llamada Stratasys utiliza escáneres (e impresoras 3D) para crear dispositivos de ortodoncia, como retenedores. Compañías de grandes ciudades emplean esas herramientas para producir ropa a la medida, sin necesidad de sastres.
Si bien los escáneres 3D no son novedad, hasta hace poco eran costosos, grandes e inmóviles; pero varias empresas, entre ellas Artec, han encontrado la manera deminiaturizar la tecnología y algunos aparatos ya están al alcance de consumidores en general. Uno de los escáneres de calidad profesional de Artec cuesta alrededor de 20 000 dólares, aunque otras compañías producen versiones más económicas que, en esencia, son cámaras web modificadas con un valor de apenas 100 dólares.
Muchos de los dispositivos más accesibles (incluidos los de Artec) son “escáneres de luz estructurada” que emiten múltiples rayos paralelos, los cuales están separados entre sí a una distancia exacta. La computadora, que conoce las dimensiones precisas de esos patrones de luz, analiza cómo aparecen en el objeto y utiliza la información para medir y reconstruir los rasgos del objeto con todo detalle. De modo que si va a capturar su retrato para la posteridad, asegúrese de que sus pantalones estén bien planchados. Aprendí la lección a la mala.