De ninguna manera se debe cometer el error de considerar que se ha restituido el orden en Michoacán.
Una extensa caravana de camionetas de lujo en las que viajan sujetos fuertemente armados parece ser la prueba irrefutable de su existencia.
El anuncio es sumo noticioso, pues, para fines prácticos, se visualiza como una institución paralela al Banco Mundial; por ello, y más allá de lo financiero, analistas de la geopolítica lo atendieron de inmediato. El proyecto también incluye un Fondo de Reservas para posibles contingencias de los integrantes, es decir, su propio Fondo Monetario Internacional.
Un video subido a la página “Por una Ruana libre”1 muestra la escena aparentemente grabada el sábado 4 de octubre. Dos policías observan el paso de las camionetas hacia ese municipio michoacano, sin marcarles el alto para realizar una revisión.
En las portezuelas y cristales laterales, algunas tienen las siglas H3, así como un escudo que simula el de la Fuerza Rural. Al final se ve un vehículo de la Policía Federal (el 14538) con sus respectivos agentes. Tampoco hacen nada.
“Aqui le estamos mostrando la prueba de los H3 que comanda el Americano, andan armados” (respetamos la ortografía y redacción originales), es el mensaje con el que los administradores de la página acompañan al video.
Pero, ¿quiénes son los H3? De acuerdo con reportes de seguridad nacional se trata de La Tercera Hermandad, un nuevo cartel surgido a raíz de la restructuración de los grupos delictivos que operan en Michoacán.
En esta organización militan autodefensas, células del cartel Jalisco Nueva Generación y Los Caballeros Templarios. Su primera aparición pública fue el 8 de marzo de este año, cuando fueron asesinados los autodefensas Rafael Sánchez Moreno, el Pollo, y José Luis Torres Castañeda, el Nino, en un paraje entre Tepalcatepec y Buenavista Tomatlán. Homicidios de los que fue acusado y por los que se encarceló a Hipólito Mora.
Este grupo sería la cuarta generación de los grupos del crimen organizado que durante los últimos años han mantenido en jaque a la población michoacana.
El primero fue La Empresa, fundada a finales de la década de 1990 por Nazario Moreno, el Chayo, que años después se convertiría en La Familia Michoacana, hasta ser desplazada por Los Caballeros Templarios.
El operativo federal desplegado en el estado desde febrero pasado provocó que el imperio de Los Templarios se desmoronara y diera paso al nuevo grupo criminal.
Esto se confirmaría por medio de un “comunicado” que a la letra dice: “Es cierto, ya no nos llamamos templarios… El profe (Servando Gómez Martínez, La Tuta) ya pactó… y pudimos restablecernos en este nuevo proyecto, desde ahora les decimos e informamos oficialmente ya no somos templarios, gracias a las autodefensas pudimos reafirmarnos y empezar todo desde cero… y aumentar nuestro sistema operativo, nuevos jefes, nuevas plazas, misma gente gatillera y nuevo nombre pero siempre con el mismo proposito templario CUIDAR MICHOACAN… Somos un nuevo cartel, no necesitamos decir cual por que ustedes desde hace mucho tiempo lo saben (respetamos la ortografía y redacción originales).2
Además, la declaración de Silvestre Fernández Valencia, el Chivo, jefe de plaza de los Templarios en Uruapan y Caguayutla, Guerrero, ratificó esta información. Luego de ser detenido en Apatzingán el 21 de marzo, reiteró la existencia del nuevo cartel y dijo que varios de sus líderes vivían en Guanajuato.
La estructura de mando en H3
Reportes extraoficiales señalan a La Tuta como uno de los líderes de los H3, junto con Miguel Ángel Gallegos Godoy, el Migueladas, exlíder de las autodefensas en La Huacana, y José Alvarado Robledo, el Burrillo, jefe financiero del extinto Ignacio Nacho Coronel, uno de los máximos jefes del Cartel de Sinaloa.
Gallegos Godoy era compadre de Enrique Kike Plancarte, el dirigente templario que murió en un enfrentamiento con la Marina el pasado 1 de abril en Querétaro. Ambos se enemistaron a finales de 2012 debido a que el grupo criminal no respetó las 2000 hectáreas de sembradíos de limón y aguacate del Migueladas, considerado el principal exportador de “cristal” en la región.
Aunque no existe una acusación formal en su contra, se dice que recibiría protección de las autoridades municipales. Tenía, por ejemplo, una estrecha relación con Salomón Fernando Rosales Reyes, exalcalde y actual diputado local por Múgica. Lo mismo ocurre con el edil en funciones, Alfonso Chávez Méndez.
Incluso, la investigación de las autoridades federales refiere una supuesta reunión en Zicuirán en la que el Migueladas habría amarrado las candidaturas de al menos dos presidentes municipales y de dos diputados locales, que estarían actualmente en funciones.
A su vez, el Burrillo es señalado como uno de los responsables del despojo de tierras a aguacateros y limoneros de Catalina, La Ruana y Tancítaro, para usufructuarlas y apoderarse de su riqueza. Este saqueo lo realizaba a nombre de las autodefensas que pretendían “liberar” a los productores del yugo templario.
Otro de los supuestos integrantes del H3 es Luis Antonio Torres González, el Americano, quien fuera líder de las autodefensas de Buenavista y recientemente estuviera envuelto en la controversia por la difusión de un video en el que presuntamente se le observaba con la Tuta.3
Luego de las investigaciones respectivas, el procurador del estado, José Martín Godoy, lo exoneró al reconocer que fue confundido con Dimas Guillén, líder de plaza de los templarios en Tumbiscatío, por lo que se le restituyó como integrante de la Fuerza Rural de Buenavista.
De ahí que esta última información deba tomarse con reserva, pues en el video al que hacía referencia al inicio del texto se menciona al Americano como uno de los comandantes de este nuevo grupo criminal y, por lo menos hasta el momento, el sujeto es parte de la nueva corporación de seguridad en el estado.
Otros presuntos integrantes de los H3 serían José y Antonio Méndez Vargas, hermanos de Jesús el Chango Méndez, líder de La Familia Michoacana hasta su detención en junio de 2011; Gerardo Serafín, el G1, quien era parte de los Templarios; así como los hermanos Rodolfo y Mariano Serra Santana, del grupo delictivo Los Viagras, y Gaudencio Lozano Barbosa, el Gaudi.
Por todo lo anterior, no se debe cometer el error de considerar que se ha restituido el orden en Michoacán. Tras la aparente calma, “siguen pasando cosas”, como aseguró uno de los líderes de las autodefensas, Hipólito Mora. Y la tranquilidad es tan frágil que se puede romper en cualquier momento con la incursión de La Tercera Hermandad.
Hannia Novell es periodista y conductora del noticiario de la televisión mexicana Proyecto 40. @HanniaNovell