Los maestros tienen un pobre manejo de los contenidos académicos y ejecutan prácticas ineficaces en el aula.
En México, este lunes 18 de agosto 25 millones 939 193 estudiantes de los niveles preescolar, primaria y secundaria regresaron a clases para iniciar el ciclo escolar 2014-2015. Sin embargo, cuando usted dejó a sus pequeños en la puerta del plantel ¿se preguntó en manos de quién está su educación?
El cuestionamiento no es ocioso y viene al caso luego de que en las últimas semanas hemos conocido información de la propia Secretaría de Educación Pública (SEP) y de organismos internacionales que alertan sobre las deficiencias en la formación de los profesores mexicanos.
El Banco Mundial revisó la situación de más de 15 000 maestros de siete países para elaborar el estudio “Profesores excelentes. Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe”1 y la conclusión no es nada alentadora: en la región, y particularmente en México, los maestros tienen un pobre manejo de los contenidos académicos y ejecutan prácticas ineficaces en el aula.
El texto señala que los maestros mexicanos dedican a la instrucción —la labor para la que fueron contratados— apenas 50 por ciento del tiempo en el salón de clases. La otra mitad es desperdiciada en el pase de lista, borrar el pizarrón, corregir la tarea, repartir papeles o “sociabilizar” en la puerta del salón.
Ese tiempo dedicado a tareas ajenas a la impartición educativa equivale a 20 días perdidos en un año escolar de 200 días. “La mitad de los días perdidos se deben a que los profesores están físicamente ausentes del aula, llegan tarde a la clase, se van temprano o realizan otras actividades escolares durante la clase”.
Lo peor es que, aun cuando se encuentran frente al grupo, los educadores “están ausentes”. Durante más de un 25 por ciento del tiempo en el salón, tienen serias dificultades para mantener la atención y para promover la participación de los alumnos en el aprendizaje; en promedio, una quinta parte de los estudiantes se encuentran “desconectados”.
“Los observadores vieron salones visiblemente fuera de control, aun con el profesor en el aula y consciente de que se le estaba observando”, advierte el documento.
Por si lo anterior no resultara ya bastante preocupante, el informe establece que los profesores se aferran al uso exclusivo del pizarrón, a pesar de los esfuerzos por dotar a las escuelas de nuevas tecnologías de la información, y de que en algunas entidades se han entregado computadoras portátiles o tabletas electrónicas.
En sus conclusiones, el estudio destaca que “ningún cuerpo docente de la región (con la posible excepción de Cuba) puede considerarse de alta calidad en comparación con los parámetros mundiales”.
Por esto, el Banco Mundial recomienda que para formar cuerpos docentes de alta calidad “se deben reclutar, desarrollar y motivar mejores profesores”. Y reconoce que el problema más serio al momento de elevar la calidad de los profesores no es de carácter fiscal o técnico, sino político, “ya que el sindicato constituye un actor políticamente activo”.
Un excelente ejemplo de lo anterior es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que con sus bloqueos, movilizaciones y actos casi vandálicos mantiene como rehén al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, al grado de obligarlo a recibir y hacer suyo un anteproyecto de reforma a la ley estatal de educación, que contraviene a la reforma federal.
El mandatario rechazó los señalamientos, o que existan contradicciones entre la propuesta local y el ordenamiento federal. Aclaró que lo que se busca es proponer un nuevo modelo educativo “que reconozca la diversidad social y lingüística de Oaxaca, que respete los derechos y conquistas laborales de los trabajadores de la educación y que cierre las brechas de la inequidad y pobreza que han inhibido el progreso”.
La pésima educación
Si bien esa es la percepción del Banco Mundial, las autoridades educativas mexicanas coinciden implícitamente con ese diagnóstico cuando dan a conocer los resultados de los concursos de oposición para obtener alguna de las plazas magisteriales.
La SEP reveló que el 67 por ciento de los maestros que presentaron el examen para ocupar una plaza docente en educación media superior no alcanzaron la calificación mínima. Eso significa que siete de cada 10 aspirantes a dar clases en bachillerato resultaron “no idóneos” para dicha labor.
De los 34 413 aspirantes, 23 127 no lograron entrar a las listas de prelación y solo 11 286 obtuvieron resultado “idóneo”, por lo que podrán acceder a una plaza. Mientras que en el caso de los 907 profesores que concursaron para el cargo de directores, 652 tampoco resultaron aptos.
La situación es muy similar con el examen del Servicio Profesional Docente. De los 130 503 aspirantes, 79 032 no lograron ingresar a las listas de prelación de donde se eligen a los nuevos maestros en cada estado.
En términos llanos, esto significa que el 60 por ciento de los candidatos a ocupar una plaza docente fue calificado por la dependencia y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) como “no idóneos” para impartir clases en el sistema público.
Para cubrir ese déficit, el subsecretario de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán, anunció la contratación de maestros “temporales” y dijo que solicitará al INEE y a la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente que realicen, “a la brevedad”, un concurso extraordinario para seleccionar a quienes puedan ocupar esos espacios.
El documento del Banco Mundial concluye que, una vez que los niños ingresan a la escuela, “ningún otro actor es tan importante como la calidad de los profesores”, y que la baja calidad profesional de estos “impide el avance educativo en el país”.
Así que no es temerario cuestionarse si estos resultados demuestran en la práctica el fracaso de la reforma educativa que el presidente Enrique Peña Nieto promulgó el 10 de septiembre de 2013. Y más aún: si esto no anticipa nuestro fracaso como país.
Después de lo anterior, es probable que ahora, cuando deje a sus hijos en la escuela, deba preguntarse en manos de quién está su educación.
Hannia Novell es periodista y conductora del noticiario de la televisión mexicana Proyecto 40. @HanniaNovell