La entrega del cerebro donado por un ciudadano de Aguascalientes al Banco Nacional de Cerebros, permitirá ampliar las investigaciones para nuevos mecanismos de diagnóstico de padecimientos neurológicos como el Alzheimer, así lo informó el director de la institución, José Luna Muñoz.
“A nosotros este órgano nos ayudará a encontrar un método de diagnóstico temprano, analizando el comportamiento de la proteína TAU, buscamos llegar a un método de diagnóstico no invasivo porque un diagnóstico clínico es probable, no es 100% seguro y contundente”, aseguró.
En entrevista para Newsweek Aguascalientes señaló que el cerebro donado el fin de semana por el señor Francisco Javier Aguilar, de 73 años de edad, que padecía Alzheimer esporádico desde hace 12 años, servirá para comparar patrones de comportamiento y factores de riesgo de la enfermedad.
“Esta donación nos ayuda a incrementar el acervo de factores de riesgo porque en el caso del donante fue una persona que padeció Alzheimer esporádico. En este caso los síntomas comienzan a presentarse después de los 65 años de edad, mientras que en el caso del Alzheimer genético se desarrolla normalmente entre los 40 y 45 años de edad”, afirmó.
Agregó que con los mecanismos actuales, los diagnósticos a personas con este padecimiento se suelen llevar a cabo en un lapso de entre 15 y 20 años después de que comienzan a presentarse los primeros síntomas, que generalmente suelen ser imperceptibles en los exámenes médicos.
Los trabajos de investigación más recientes del Banco Nacional de Cerebros han estado enfocadas en el análisis de proteínas secundarias a la proteína TAU, vinculadas a la muerte de las neuronas y a la obstrucción del cerebro, que a su vez pueden derivar en el Alzheimer.
“Estamos empezando a buscar un tejido, el que no sea necesariamente el cerebro, en este caso estamos analizando epitelios orales, los cuáles no generan ningún daño o laceraciones al paciente y, de ahí nosotros estamos viendo estos cambios moleculares con el procesamiento molecular que se está dando en el cerebro”, indicó.
Aumenta cultura de donación de cerebros
Luna Muñoz reconoció que en la actualidad sigue siendo baja la cultura de la donación de cerebros con fines de investigación, sobre todo en estados de provincia, aunque se espera incrementar mediante convenios de colaboración con asociaciones y organizaciones enfocadas en la atención de pacientes con Alzheimer, como en el caso de Aguascalientes.
“Uno de los primeros fue Mérida, Yucatán, el Hospital de Altas Especialidades, después el Hospital Universitario de Monterrey, Nuevo León, fueron de los primeros que aceptaron iniciar esta donación de cerebros. Sonora y Durango también ya iniciaron con este proceso de donaciones desde el año pasado y, entonces, yo creo que con esta primera donación en Aguascalientes se puede sensibilizar a más gente para que más adelante la donación sea una práctica más común”, añadió.
Los estados con mayor prevalencia de donación de cerebros son Nuevo León y la Ciudad de México, agregó el director del Banco Nacional de Cerebros.
Tratamiento farmacológico aún lejano
En el caso de los tratamientos clínicos para el Alzheimer, el Dr. Luna aseguró que aunque se siguen ampliando los trabajos de investigación para descubrir un tratamiento efectivo para atender el padecimiento, aún no se ha tenido una aproximación que ofrezca garantías para los pacientes.
Lo más reciente fue el análisis de un fármaco que busca frenar el desarrollo de la proteína TAU – causante del Alzheimer-, el cual fue desarrollado en el extranjero.
Aunque en un principio ofreció resultados alentadores, un equipo de investigadores mexicanos, liderados por el Dr. Luna Muñoz, confirmó que la proteína se encontraba presente en otros órganos tejidos del cuerpo humano, por lo cual el fármaco podría provocar daños irreversibles en esos tejidos.
“A nivel internacional están desarrollando fármacos para evitar la fosforización de la proteína TAU, y estamos haciendo un estudio para buscar la proteína en otros órganos y también la encontramos en el páncreas y está asociada a las células productoras beta, capaces de producir insulina, lo que quiere decir que si producimos un fármaco contra la proteína va a hacer muy complicado porque podría dañar otros órganos normales”, concluyó.