Por: Natalia López
Puebla, Pue. “El amor es la relación entre dos personas que tienen un proceso de atracción, de compromiso e intimidad para decir que están enamorados, establecer proyectos juntos y llevarlos a una relación trascendente”, explicó Dulce María Pérez Torres, profesora investigadora de la Facultad de Psicología de la UPAEP.
Desgraciadamente, aseveró la especialista, en la actualidad el concepto de amor se ha devaluado y se dan los “amores líquidos”, es decir, relaciones rápidas y volátiles cuando antes duraban mucho más tiempo pensando en un futuro de pareja. Indicó que ha venido en aumento la idea de que si la relación no funciona, se termina por lo que se han acrecentando los divorcios a un año de casados en siete casos de 10.
“Con el Internet y el mundo tan complejo que tenemos, las personas deciden tener relaciones muy intensas a distancia, lo que marca una diferencia en cuanto al compromiso, la intimidad y la responsabilidad entre las personas”, apuntó. Anteriormente, existía una etapa de cortejo, después venía el compromiso y el matrimonio, “ahora no, ahora todo es muy rápido y todo es desechable”.
Pérez Torres aseveró que todas las personas en su parte más profunda “estamos hechas para hacer el bien y para amar”; sin embargo, cuando no se tiene autoestima y buenos ejemplos de su entorno inmediato, que es la familia, la persona se siente menos y puede derivar en buscar este tipo de relaciones.
“Si no hay una buena idea de sí mismo y de respeto a su cuerpo, se puede caer en relaciones sexuales múltiples y casuales. Los chicos creen que tocarse es amor y esto va más allá, trasciende. Si al chico no lo toman en cuenta en su casa, va a buscar relaciones volátiles”, afirmó.
Resaltó también que es necesario reeducar a las personas, en específico las mujeres, para que no vean el maltrato como algo normal o que existe una media naranja y sin ella “se mueren”. Señaló que hay que cambiar esas creencias y empoderar a la mujer para que disminuya la violencia y también deje de colocarse en los lugares que no son propicios para su propio desarrollo; así como tener mayor autoestima, mejor control y pueda elegir y saber decir basta en relaciones conflictivas.
Finalmente, apuntó que los padres de familia deben reeducarse para decirles a sus hijos que hombres y mujeres son iguales bajo cualquier escenario. “Es un trabajo a nivel macro, no sólo para la mujer; porque finalmente somos iguales en cuanto a cognición, en cuanto a movimiento social y en cuanto a la relación con las demás personas”.