La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) hizo un mapa a través de ondas de radio enviadas por un satélite para detectar las zonas que presentaron cambios y que probablemente resultaron dañadas por el sismo del 19 de septiembre de magnitud 7.1 y que golpeó el centro y sur de México.
A través de mapas satelitales, la agencia comparó el terreno que se tenía registrado el 8 de septiembre y el del 20 de septiembre (6 horas después del sismo) a través de los Sentinel-1A y Sentinel 1-B, dos satélites operados por la Agencia Espacial Europea dentro del programa Copernicus.
“Para ayudar en los esfuerzos de respuesta a desastres, científicos del Jet Propulsion Laboratory de la NASA y Caltech, ambos de Pasadena, California, obtuvieron y utilizaron imágenes de radar de apertura sintética interferométrica (InSAR) antes y después de zonas de México Central, afectados por el terremoto, para identificar áreas de daño y producir lo que se conoce como un Damage Proxy Map”, detalla el comunicado de la agencia.
Los datos obtenidos por los satélites, fueron procesados por el equipo de Advanced Rapid Imaging and Analysis (ARIA) en JPL y Caltech. Así, a través del registro de cambios en la superficie terrestre detectados, se encontraron los puntos de daños del terremoto.
ARIA es un proyecto financiado por la NASA que está construyendo un sistema automatizado para demostrar la capacidad de suministrar de forma rápida y confiable datos de satélite y GPS para apoyar a las comunidades locales, nacionales e internacionales de vigilancia de riesgos y respuesta.
“Las variaciones de color del amarillo al rojo indican un cambio cada vez más significativo de la superficie del suelo y del edificio. El mapa debe ser usado como guía para identificar áreas dañadas, y puede ser menos confiable sobre áreas de vegetación”, señaló la NASA en el comunicado.
Los hallazgos fueron entregados a autoridades las autoridades mexicanas para la verificación y la coordinación del apoyo.