A decir de una nueva encuesta, la mayoría de los rusos cree que el Ejército soviético habría ganado la Segunda Guerra Mundial sin los esfuerzos de Estados Unidos o sus aliados.
La Unión Soviética fue la potencia que sufrió más bajas en el conflicto, y este es un tema muy sensible para muchos rusos. El Día de la Victoria –la celebración de corte soviético que conmemora el final de la guerra- es una de las festividades más populares en Rusia, solo superada por la víspera de Año Nuevo.
En la era comunista, en las escuelas se estudiaban las evidencias de la supremacía soviética para forzar la retirada nazi en el frente oriental, y la mayoría de los rusos todavía se aferra a esa visión.
Dos tercios de los rusos (63 por ciento) manifestó que el Ejército Rojo soviético habría avasallado a las fuerzas de Alemania, pese a las acciones de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y sus aliados, según la encuesta del Centro Levada, el encuestador independiente más grande de Rusia.
La encuesta dio comienzo en 1991 y la opinión mayoritaria de Rusia jamás ha indicado que Moscú necesitara a los Aliados para detener el avance de Adolfo Hitler. Desde la era soviética, la actitud popular en Rusia respecto de la contribución de los Aliados al esfuerzo bélico se ha caracterizado por la negatividad, en parte debido a que Estados Unidos y el Reino Unido demoraron dos años en desplegar un segundo frente largo tiempo esperado en Francia, mientras las fuerzas nazis se internaban en el sur y el oeste de Rusia.
La razón de las enormes bajas que sufrieron Rusia, Ucrania, Bielorrusia y otras ex repúblicas soviéticas, cuyos territorios yacían al paso del avance nazi hacia el oriente, es tema de grandes debates históricos. Los historiadores no están de acuerdo en la cuenta exacta de bajas, aunque el Centro Eisenhower de Estados Unidos cita que las bajas soviéticas ascendieron a 11 millones de soldados, y entre 7 millones y 20 millones de civiles.
La crueldad de Josef Stalin y los fallos del comando militar soviético se han utilizado como argumentos de las cuantiosas muertes. Según la encuesta, solo 12 por ciento de los rusos atribuyó las numerosas muertes de guerra a la indiferencia de Stalin por su pueblo: el récord más bajo desde 1997, cuando un tercio de los rusos culpó al dictador georgiano.
La ambición de Stalin de llegar a Berlín antes que los Aliados que avanzaban desde occidente ciertamente pudo terminar con la bandera soviética ondeando sobre el Reichstag. Sin embargo, solo la batalla de Berlín costó 70,000 vidas al Ejército Rojo.
Apenas 10 por ciento atribuyó la enorme discrepancia entre las bajas rusas y las de Alemania a la debilidad del comando soviético. El mismo porcentaje afirmó que los nazis, simplemente, recurrieron a estrategias de guerra más despiadadas. En el frente oriental, las fuerzas alemanas emplearon escuadrones de muerte especialmente crueles conocidos comoEinsatzgruppen, los cuales emprendían asesinatos masivos y operaciones de limpieza étnica en las poblaciones que quedaban atrapadas en el fuego cruzado.
En general, la mayoría de los rusos culpó de las grandes bajas a que la Alemania nazi invadió a la Unión Soviética en un ataque sorpresa luego de haber firmado un pacto de no agresión (36 por ciento) o bien, a la superioridad tecnológica de Alemania (24 por ciento).