Las inconsistencias en la aplicación de quimioterapias en niños de Veracruz durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, reveladas por el actual mandatario de esa entidad, Miguel Ángel Yunes Linares, deben investigarse sin motivaciones políticas y con el único objetivo de llegar a la verdad para que, de comprobarse, se sancionen de forma contundente, considera la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC).
La organización ha repudiado el acto realizado con niños con cáncer en la entidad durante el gobierno de Javier Duarte en el que se aplicó agua destilada en lugar de medicamento durante las quimioterapias a niños tratados por cáncer en las dependencias de salud estatales.
“La aplicación de “agua destilada” en lugar de quimioterapias es un acto gravísimo, porque se atenta contra la vida, la salud y la recuperación de niños que padecen cáncer”, señala la AMANC en un comunicado, y asegura que estas afectaciones “habrían violado los derechos de niñas, niños y adolescentes, provocando fallecimientos, que de evidenciarse una acción sistemática, habrá de atenderse como un acto de lesa humanidad”

FOTO: Cuartoscuro
Durante el gobierno de Javier Duarte, la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) ya había señalado las deficiencias en el sector salud veracruzano, especialmente en lo referente a la falta de medicamentos y de infraestructura médica en las unidades acreditadas en la entidad para atender a niños y adolescentes con cáncer.
“El uso de medicamentos caducos o el descuido para que venciera su vida útil es otra demostración del desinterés y abandono en el que los pacientes debían recibir sus tratamientos”, refiere la AMANC, que ante la situación dada a conocer . exige que las investigaciones lleguen hasta sus últimas consecuencias y que esto permita acelerar el mejoramiento de las condiciones de atención de todos los niños y adolescentes con cáncer en el país.
En México, el cáncer sigue siendo la primera causa de muerte por enfermedad en menores de 18 años de edad y el nivel de sobrevida (51 por ciento de los casos) y acusa un rezago de 40 años frente a otras naciones.