El líder político mexicano, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, respondió a la pregunta planteada por el presidente Enrique Peña Nieto durante el mensaje de Año Nuevo sobre qué hubieran hecho los mexicanos ante la difícil situación económica del país que llevó a su gobierno a aumentar el precio de las gasolinas, una medida que ha detonado en todo tipo de protestas, exigiéndole revertir la medida.
“Mi respuesta a la pregunta del presidente es la siguiente: Es indispensable echar para atrás el aumento a las gasolinas, los precios se deben mantener al máximo de diciembre de 2016 y es necesario convocar a un gran foro nacional de expertos para analizar este urgente problema y proponer soluciones”, reviró Cárdenas en un video difundido en sus redes sociales.
Enrique Peña Nieto ha asegurado que el aumento en el precio de las gasolinas fue con la finalidad de proteger la economía de las familias más pobres, pese a que distintas cámaras de comercio e industriales han previsto un aumento en distintos productos a raís de que fue implementada la medida.
El presidente mexicano dijo en un mensaje emitido en cadena nacional la semana pasada que la subida de los precios de combustible es consecuencia del alza en los precios internacionales y que es “un cambio difícil” pero necesario para garantizar la estabilidad económica.
Dijo que mantener “un precio artificial de la gasolina en 2017”, habría significado un gasto adicional de más de 200,000 millones de pesos, lo que habría recortado importantes servicios públicos de salud, educación y combate a la pobreza.
“¿Qué hubieran hecho ustedes?”, preguntó el mandatario, que impulsó la reforma energética de 2014 con la que se abrió el sector a la inversión privada, con la promesa de que bajaría el precio de los combustibles.
Cuauhtémoc Cárdenas, dos veces excandidato presidencial e hijo del presidente Lázaro Cárdenas quien en 1938 nacionalizó la industria petrolera, dijo que la desregulación de los mercados de la energía que el gobierno ha emprendido es resultado de la reforma energética, aunque indicó que la liberación de precios es un proceso que chocará “con la reducida capacidad de compra de la intensa mayoría de los mexicanos”.
“En los próximos meses se agravará el problema por la devaluación progresiva de nuestra moneda y por el esperado repunte de los precios internacionales del petróleo. Adicionalmente, es ya palpable el daño económico que sufre nuestro país por las acciones que está emprendiendo el nuevo gobierno de los Estados Unidos”, dijo.
En ese sentido, le recordó al presidente Peña Nieto que el incremento “exagerado e injustificado al precio de la gasolina” ha desatado el enojo de la gran mayoría de los mexicanos “cansados por tantos años de crisis económica, inseguridad, corrupción e impunidad de la autoridad”.
“El presidente parece desconocer que los cuatro años de su gobierno y los últimos 35 de neoliberalismo han sido de fracasos. Que los gobiernos se han desentendido de procurar el bienestar de las familias y proteger la soberanía nacional, cayendo en un descrédito profundo. Hoy, ante esta nueva crisis, ¿a quién le habla usted señor presidente? ¿A los responsables de las crisis o a aquellos que pretenden que las paguen?”, le planteó.
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Cárdenas denunció la insensibilidad del Ejecutivo ante la magnitud y profundidad de la protesta social y dijo que esto solo puede entenderse por la profunda fractura entre los objetivos del gobierno y las necesidades de la mayoría de los mexicanos.
“El gobierno mexicano tiene que entender que las gasolinas que produce Pemex y las que importa no las puede vender a precios altos para recaudar impuestos o procurar utilidades a quienes prometió el negocio de su distribución. De la misma forma debe conceder que el país no está frente a un problema fiscal derivado del combustible, sino frente a las políticas equivocadas aplicadas a lo largo de cinco sexenios”, señaló.
Por ello, Cárdenas exhortó a la actual administración recuperar el funcionamiento de la refinerías para abastecer con producción nacional más del 50 por ciento de la demanda y aumentar la inversión de Pemex para incrementar sostenidamente la capacidad de refinación y eventual exportación de productos de valor agregado.
“De nada servirá continuar apuntalando la fiscalización si no existen en contraparte elementos que aseguren a los mexicanos y mexicanas la integridad de la gestión pública. Es indispensable recuperar la confianza de las personas en su gobierno y por ello propongo la conformación de un presupuesto federal base 0, es decir que no exista presupuesto para ningún rubro, que no esté plenamente justificado y que esté asociado a un control presupuestal estricto de beneficio económico para el país”, propuso además.