El director técnico del Club Tijuana Xoloitzcuintles de Caliente ha colocado al equipo súper líder del Torneo de Apertura 2016, pero el Piojo Herrera tiene metas más grandes: ser recordado como el director técnico que logró un título máximo con la selección mexicana.
—¿Quién te inspiró a llegar hasta donde estás?
—Tuve tres personas que observé muchísimo como futbolista: Ricardo Lavolpe, Enrique Meza y Alberto Guerra. Ellos me marcaron para pensar que podía ser un técnico con capacidades para responder a las exigencias del fútbol. Después le vas poniendo tu toque, tu forma de trabajar, tu forma de ser y tu día a día con los muchachos. Afortunadamente tuvimos éxito en este difícil negocio de ser entrenador y ahí vamos.
—¿Ya has superado a tus maestros?
—No sé si los superé, creo que ya me forjé una carrera como un técnico exitoso. Ya estamos por lo menos en la cabeza de los directivos y si superas o no al maestro, no pasa nada. Lo importante es que tengas tus logros, tus éxitos y no que seas mejor o no, simplemente que tú tengas tu historia.
—¿Qué momento en tu carrera marcó esa línea entre ser un DT y convertirte en un referente del fútbol nacional?
—Mi llegada al América fue muy importante. Ese título, el haber puesto al América otra vez en la parte de arriba después nos catapulta a la Selección y ahí ya te vuelves un referente.
—Después de la Selección, ¿cómo fue regresar a dirigir un equipo?
—La verdad es que el regreso al día con día a las canchas es mucho más atractivo, en Selección, —que siempre será para mí el top como técnico y siempre querré estar ahí— es muy diferente. En un equipo entrenas todos los días, convives con los muchachos y una Selección es eso: te la pasas seleccionando jugadores, observando fútbol, tu trabajo es mucho más exigente, la presión es mucho más.
—Hubo muchas ofertas después de tu salida de Selección, ¿qué fue lo que hizo a Xolos diferente?
—Hubo propuestas en un momento donde yo no estaba listo, todavía no pasaba ese trago amargo que sufrimos. Vinieron algunas selecciones que no me llamaron la atención. Se oía mi nombre por muchos lados y no tenía la posibilidad de trabajar. La propuesta de Xolos fue muy buena, me senté con Jorge Alberto, que hace mucho me había hecho una propuesta y antes no se concretó pero hoy en día su proyecto lo pone en mis manos y en mi cuerpo técnico, y creo que tenemos que responderle con resultados.
—¿Qué tendría que pasar para que te volvieras a sentar la silla de la Selección?
—Tengo que seguir dando los logros que me llevaron ahí, seguir siendo un técnico capaz, con logros y objetivos, que la gente vea que mi trabajo es bueno y después la decisión de los directivos. Hoy en día no, porque reitero, hay un técnico y no lo está haciendo mal, está sacando resultados que es lo más importante. Cuando haya una posibilidad de cambio, si mi nombre está ahí, siempre estaré listo.
—¿Qué cambiarías en el fútbol mexicano?
—Yo disminuiría la cantidad de no nacidos en México dentro de una cancha, porque eso, el día de mañana, va a pegar a nivel de Selección. Y paradójicamente lo digo, porque yo hoy ocupo mucho extranjero y me baso en lo que mi equipo necesita. Pero creo que sí es importante que la gente de pantalón largo que está dentro del fútbol, analice realmente si es que quiere que la Selección crezca y dé pasos con firmeza. Hay muchos extranjeros o no nacidos en México elegibles para el fútbol mexicano, pero el 70%, naturalizados o no, no son elegibles para una Selección Mexicana.
—¿Cómo te gustaría ser recordado?
—Cuando digan si alguien era apasionado, era un tipo diferente o a lo mejor loco dentro de una cancha por cómo festejaba, por la euforia que tenía, ese era Miguel Herrera. Me encantaría que la gente se quede con esa idea de que a mí la pasión del fútbol no me la van a quitar, ni voy a poder de repente observar un gol tranquilo en la banca. Me encantaría también ganar un título con Selección porque ahí sí estarías en la mente de todos.